Algunos centros de datos chinos pagan ahora menos de la mitad por kilovatio-hora comparado con sus competidores norteamericanos, lo que compensó la inferioridad de sus chips nacionales: al agrupar miles de procesadores menos potentes, lograron acercarse al rendimiento de los chips avanzados de Nvidia, aunque el proceso consume cuatro veces más electricidad. China generó el año pasado más del doble de electricidad que Estados Unidos. "En China, la electricidad es nuestra ventaja competitiva".