Google ha explicado cómo ha conseguido algo que hasta hace poco parecía un infierno técnico gracias a la IA: migrar decenas de miles de apps de x86 a Arm dentro de su propia infraestructura. Lo ha hecho apoyándose en una variedad de versiones de su Inteligencia Artificial y en un nivel de automatización que redefine cómo deberían abordarse estas transiciones entre arquitecturas. Lo más curioso es que los mayores problemas no fueron los que todos esperaban.
|
etiquetas: inteligencia artificial , port