En la zona de Grudziaz, en Polonia, la reciente campaña de excavaciones ha arrojado resultados muy notables: se ha desenterrado una fíbula de la cultura de Wielbark que es la segunda conocida de su tipo, un broche romano esmaltado en varios colores, así como objetos escitas. Todo esto habla de la vinculación del lugar con distintos territorios en la Antigüedad a través de lazos comerciales.