El activista español de extrema derecha extiende a cuatro países de América Latina su plataforma de agitación digital. Acaba de cerrar también una alianza con Viségrad24, un pseudomedio ultra polaco. “Agarré una maleta de dos semanas, llegué a Argentina por una energía interior, por esas fuerzas del cielo, por esa creencia en Dios. De repente, todo me salió bien.