Investigadores del Instituto de Química Aplicada de Changchun ha dado con una solución a los dos grandes problemas de las placas solares de perovskitas: su fragilidad y la dificultad para fabricarlas en masa. Lo han logrado al crear una “molécula autoensamblada de doble radical”, que actúa como una capa de transporte de huecos. Las células solares de perovskita son baratas, ligeras, eficientes y pueden colocarse en fachadas, ventanas o tela. Además su rendimiento está casi intacto tras miles de horas de uso continuo.