-Lo primero de todo tengo que decir, que no me he visto la película, pero en cuanto a la fotografía....
(Fundido a negro)
No hablaré de cine, aunque últimamente viva inmerso en la más extrema "Berlanguinesca" y "Almodovariana" película, que jamás hayan experimentado mis "carnes trémulas".
El asunto que ha suscitado mi reflexión para decantarme por este título, tiene más que ver con el "cuñadismo", "comentarismo", "opinismo" e "insultismo" que con el séptimo arte propiamente.
Si algo ha marcado una gran diferencia entre menéame y el resto de las redes sociales durante todos estos años, es la capacidad de crítica, de análisis, de la posibilidad de intercambiar opiniones de todos los gustos, olores, colores y sabores que hacían las delicias de muchos de nosotros.
Durante los últimos tiempos, y que cada uno establezca el "año cero" dónde crea oportuno, hemos vivido una acelerada carrera hacia ninguna parte en lo que a comentarios se refiere. Rumbo al vacío de contenido. Directos al abismo de los "ismos" mencionados anteriormente.
Si existe alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro, por favor manifestaros, actuad, proponed alguna idea para llevarlo a cabo cuanto antes, porque las experiencias de los últimos días están siendo escalofriantes.
Desde luego, me niego a hablar sobre las dos, tres, cuatro, cinco.... Españas. Pero con el ánimo de abrir un nuevo debate, y por cambiar un poco de tema, me gustaría proponer una reflexión (si todavía esto es posible) sobre nosotros, nuestra comunidad, al respecto de los "dos menéames": el crítico, reflexivo y respetuoso; frente al superficial, incoherente y disruptivo.
Si lo que queremos hacer de esta interesante plataforma es una red social convencional, siento comunicaros que estamos abocados a la desaparición. Si por el contrario deseamos promover otra manera de entender las "relaciones sociales", también en las "redes sociales", escribamos esta segunda palabra coincidente con letras mayúsculas. Propongo que volviésemos a hacer de nuestros comentarios y opiniones razonadas, nuestra razón de ser.
Cualquier propuesta de modificación para mejorar el algoritmo, u opiniones específicas al respecto, creo que podrían ser muy productivas para muchos de nosotros.
Si es que existe alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro...
Comentarios
Ser opinadores es nuestra razón de estar aquí aporreando el teclado y con ello tal vez uno de nuestros pecados: preocuparnos demasiado por lo que hace o deja de hacer el vecino. Tal vez nunca nos hemos acostumbrado a la libertad. Viajando me he fijado que en España es algo que en otros lugares podría considerarse enfermizo. Se siente en el ambiente una especie de farándula social que no he sentido en otras partes. Tal vez me equivoque, pero da esa sensación.