La verdad es que es el pan de cada día. Pero ayer se pasaron tres Pueblos.
Salvo Esther Palomera, que pese a no ser sospechosa de ser podemita, defendió cierta objetividad ante el irrespeto y la manipulación constante de los otros tertulianos, incluido el nuevo presentador que sustituía, con menos gracia y profesionalidad, que no independencia, a Xavier Fortes,
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La verdad es que es el pan de cada día. Pero ayer se pasaron tres Pueblos.
Salvo Esther Palomera, que pese a no ser sospechosa de ser podemita, defendió cierta objetividad ante el irrespeto y la manipulación constante de los otros tertulianos, incluido el nuevo presentador que sustituía, con menos gracia y profesionalidad, que no independencia, a Xavier Fortes,