En 1929, la ciudad alemana de Düsseldorf era el terreno de caza de un loco suicida que aparentemente elegía sus víctimas al azar, sin considerar el sexo o la edad. El horror alcanzó su punto culminante el 24 de agosto de ese año, cuando dos niños, Gertrude Hamacher, de cinco años, y Luise Lenzen, de catorce, fueron encontrados en una parcela cerca de su casa. Los dos habían sido estrangulados y tenían seccionado el cuello. No fueron violados, y el único motivo posible del asesino parecía ser un simple anhelo de sangre.
Comentarios
"No tengo remordimientos. En cuanto a si mis acciones me avergüenzan, le diré que recordando todos los detalles, no lo encuentro desagradable. La verdad es que disfruté"
Otra joyita para la colecciónshotokax
#1 otro pieza. Cómo se van las cabezas.
La película basada en el monstruo este es muy buena (lástima que mi alemán es patatero y no llega para entender las partes que no se doblaron).