Pensar al ritmo de los medios, dejarse mover por un día a día cada vez volátil, no tener criterios claros para la fase política que vivimos es ir derechos a la derrota. No hay estrategia y se va por detrás de los acontecimientos, que, a su vez, los gobiernan los juzgados. Esto ya lo conocimos con el PSOE y con el PP. Tiempo, ¿para qué? El escenario europeo e internacional no invita al optimismo. La palabra clave es militarización de la política y de la sociedad, rearme general, incremento de la deuda pública y cuestionamiento...