“Pedro Sánchez is a dictator”, decía otra. También había alguna dirigida al aval del Constitucional a la amnistía: “Tribunal Pumpido Prostitucional”, en alusión a Cándido Conde-Pumpido, el presidente del TC. Y una de bien grande, con una bandera española de fondo, enviaba otro mensaje: “Spain is no longer a democracy, is beginning to be a dictatorship (“España ya no es una democracia, empieza a ser una dictadura”). Entre los concentrados, un señor levantaba con convicción el nuevo libro de Manuel Marchena, La justicia amenazada.