Muchos hombres aún se resisten a la idea de descubrir y estimular la “zona prohibida”. Aunque la apertura mental de los últimos años ha cambiado la forma de ver a este punto como algo de poco “macho”, muchos se niegan categóricamente a la exploración de su punto G.
Comentarios
A mi es que me recuerda a mi abuelo en el urólogo. Una imagen... imborrable.