No hay duda de que el director holandés Paul Verhoeven es uno de los creadores con más personalidad del cine contemporáneo. Su trayectoria está jalonada de hitos, algunos muy conocidos, como Los señores del acero (1985), Desafío total (1990), o Instinto básico (1992); y otros menos, caso de El cuarto hombre (1983) (...) una de sus obras no se suele tener en cuenta desconocida para muchos (ni siquiera aparece en su entrada de Wikipedia en inglés) (...)se trata de una incursión en el terror, género que solo ha abordado tangencialmente