Hace 7 años | Por Unregistered a vice.com
Publicado hace 7 años por Unregistered a vice.com

Imagínate que trabajas en una agencia de publicidad y te pasan un briefing de un vibrador en forma de diamante. Te ha tocado trabajar en verano, con media oficina de vacaciones, y de pronto te ves con este juguetito en las manos, pensando en una idea con la que promocionarlo. De pronto se te ocurre una idea: demostrar que los orgasmos reales no son como en el cine ni el porno.