Kyler Prescott, un joven transgénero de 14 años, se ha suicidado tras un trato negligente e irresponsable por parte del personal médico de un hospital, que insistía en usar el género femenino para referirse a él mientras éste se encontraba en el área de psiquiatría del Rady Children’s Hospital en San Diego. Kyler se encontraba con un cuadro de depresión y ansiedad cuando fue hospitalizado había intentado previamente acabar con su vida.