Marcelo Queiroga, un cardiólogo del sector privado cercano al presidente Jair Bolsonaro, es el cuarto ministro de Salud nombrado por el líder ultraderechista desde que la pandemia del coronavirus llegó a Brasil. Con más de 30 años de experiencia, el médico, de 55 años, enfrentará el desafío de frenar el esparcimiento de COVID-19 en momentos en que la campaña de vacunación se realiza a cuentagotas y el país vive el peor momento de la pandemia, con un total de 280.000 muertos y más de 11,5 millones de contagios.