Hace 9 años | Por --234048-- a longwarjournal.org
Publicado hace 9 años por --234048-- a longwarjournal.org

Desde 2004, los EE.UU. han estado llevando a cabo un programa encubierto para atacar y eliminar comandantes a al-Qaeda y Talibanes basados en la zona "sin ley" al noroeste de Pakistán. El programa se ha dirigido a los principales líderes de Al Qaeda, la red de operaciones externas de Al Qaeda y los líderes talibanes y los combatientes que amenazan tanto a los estados de Afganistán y Pakistán.

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Dado que la voluntad oficial del gobierno paquistaní ha sido la de cesar los ataques, el número de ellos ha ido descendiendo paulatínamente. Las cifras varían muchísimo, ya que hay medios locales, organizaciones internacionales, medios internacionales y agencias de inteligencia que ofrecen diferentes datos según se consideren por ejemplo que las familias de un líder terrorista son daños inevitables o símplemente daños colaterales cuando no directamente terroristas.

El número de ataques ha descendido gradualmente y posiblemente se ponga fin al programa el año que viene.

Algunos expertos comentaban que ello se debe a la disparidad de ideas entre el nuevo gobierno del país y las directrices de inteligencia de EEUU: Según se contaba Pakistán pretendía controlar directamente los objetivos a atacar mediante designaciones "en caliente", mientras que EEUU buscaba ampliar su planificación con más labores de investigación sobre el terreno, lo que implicaba una colaboración mas estrecha con la inteligencia de Pakistan, pero políticamente esto tiene un pesado coste para Pakistán.

La posición oficial pakistaní en este momento es "ya basta" manifestada en protestas formales, pero evidentemente, ha habido y parece que aún hay drones Predator operando en el aeropuerto de Shamsi, que se encuentra suficientemente apartado de zonas urbanas y muy cerca de la zona de operaciones al Sur de Afganistán... Lo que significa que Pakistán se ha quejado de cara a la galería mientras que EEUU le hacía el trabajo sucio de eliminar elementos peligrosos dentro de su propio territorio.

Falta por saber si la finalización de la actividad de EEUU significa que aumentarán las operaciones de Al Qaeda y los talibanes en Pakistan y si al final habrá un repunte de actividad militar real en Afganistán como consecuencia. Yo creo que sí.

¿Tal vez el gobierno pakistaní espera que el peso de la opinión pública vuelva a reclamar la asistencia de EEUU ante un aumento en los atentados e incidentes fronterizos? Sería una jugada muy sucia, pero lógica, porque el beneficio para Pakistán de los ataques, en cuanto a su estabilidad, puede ser discutible a corto plazo, pero a largo plazo es innegable que a Pakistán le ha venido bien este apoyo.

AGG342, GDDA1125