A pocos día de la jornada electoral, agentes del CNI, apoyados por la Policía Nacional y dos agentes de movilidad, han descubierto que en una localidad de España, ningún partido, ni mayoritario ni minoritario, ha intentado cometer fraude en los votos emitidos por correo.
La Junta Electoral Central está sopesando la posibilidad de que dicha localidad, cuyo nombre no ha trascendido para evitar que sus vecinos sean vilipendiados, sea excluida de las votaciones del próximo domingo. Incluso se están pensando la imposición de una fuerte multa por no guardar las formas en un evento tan importante como son las elecciones a ayuntamientos y comunidades.
Las investigaciones se han llevado con tanto secreto que ni siquiera han trascendido a las redes sociales, por lo que por una vez, y sin que sirva de precedente, no arderá Twitter.
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Una cosa es una noticia falsa y otra una inverosímil. Las inverosímiles también se aceptan aunque algunas dejan un regusto amargo