El Desierto del Sáhara. Un océano de dunas hasta donde alcanza la vista. Absolutamente nada se alza del suelo más de medio metro en decenas de kilómetros a la redonda. Sobre la arena, se levanta una estructura circular antigua, una fortaleza, o tal vez un palacio. Quizás una simple parada para caravanas. Los nómadas bereberes que habitan la zona le llaman Ksar Draa. ¿Quién lo construyó? ¿Cuándo? ¿Y para qué? Esas son tres de las preguntas que, a día de hoy, no tienen respuesta.