Hace 7 años | Por --51656-- a cubanet.org
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Ningún presidente de la República mereció el respeto de Fidel Castro. El que más ha sido censurado es don Tomás Estrada Palma (1835-1808). Mandaron a derribar su estatua en 1961 en la Avenida de los Presidentes, del Vedado habanero, sin importarle que fuera el más honrado de todos y gran amigo de José Martí.

Tanto Fidel Castro ha cambiado la historia de Cuba, que don Tomás es un personaje maléfico para los actuales estudiantes de cualquier nivel, sólo por haber sido un sincero admirador de los Estados Unidos, de su prosperidad, de su modo de vida, de sus leyes y libertad.

Para nada se ha tenido en cuenta que el buen gobierno de Estrada Palma, elegido gracias al apoyo de todo un pueblo que lo amó y respetó, tuviera grandes logros gracias a la ayuda de Estados Unidos. Al llegar a la presidencia, el tesoro público era de medio millón de dólares y al retirarse, a los cuatro años, había un superávit de 20 millones de dólares. Así pudo realizar grandes beneficios a la educación, la industria, y mejoras para los veteranos.