Hace 7 años | Por --51656-- a revistaelestornudo.com
Publicado hace 7 años por --51656-- a revistaelestornudo.com

Cuba es una nación fallida. No un estado fallido, como Iraq, Siria, Haití y otros infortunados ex países. Lo que ha fallado en Cuba es la nación, no el estado. El estado cubano no ha perdido el control de sus fronteras, no ha abandonado provincias enteras al pillaje de bandidos e insurgentes, en las escuelas se bosteza cada mañana el himno nacional, y dos veces al año el parlamento escucha a los ministros del gobierno y vota, con generosa unanimidad, a favor de cada una de sus iniciativas. Los periódicos celebran los aniversarios patrióticos, la televisión transmite programas de variedades y partidos de béisbol y fútbol, el correo es distribuido, las universidades otorgan títulos y medallas, los opositores son diligentemente arrestados y apaleados.
La nación, sin embargo, ha fallado en sus más esenciales funciones. Como nación, Cuba ha dejado de tener propósito y dirección, ya no tiene razón de ser. No se ve qué se da a sí misma, ni qué le da al mundo. Ni libertad ni justicia ni riqueza se ha dado, ni se los ha dado al mundo desde hace mucho. Azúcar, Cuba ya no fabrica tanta. Café, apenas una pizca. Autos, aviones, computadoras, Cuba deja plácidamente que los fabriquen los alemanes y los chinos. La laguna de petróleo sobre la que la isla presuntamente flotaba no ha sido encontrada, así que Cuba ha seguido exprimiendo golosamente el petróleo de Venezuela.