Hace 7 años | Por --51656-- a elnuevoherald.com
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El proyecto del empresario cubanoamericano Saul Berenthal y su socio Horace Clemmons, iba a convertirse en el primer negocio con capital ciento por ciento estadounidense autorizado para construir una fábrica en Cuba en más de medio siglo, según lo anunció el propio presidente Barack Obama durante su viaje a Cuba en marzo del 2016.
Pero durante la Feria Internacional de La Habana, Berenthal recibió la noticia de que el proyecto fue rechazado por el gobierno cubano.
La verdadera razón de la negativa del gobierno tuvo que ver con que Berenthal, nacido en Cuba, se “repatrió” y obtuvo una residencia permanente en Cuba.
“Saul se entusiasmó demasiado”, subrayó la fuente.
Los cuentapropistas o trabajadores del sector privado en Cuba no tienen reconocimiento jurídico más allá de considerarse “personas naturales” y, por tanto, tampoco pueden crear compañías ni pasar a otra escala de inversión, lo cual solo está permitido a las empresas extranjeras.

“¿Pueden las personas naturales cubanas residentes en el país participar en la inversión extranjera? No. Los ciudadanos cubanos residentes en el país no pueden formar parte como socios de una empresa mixta” con el Estado cubano, señala un estudio legal sobre la ley de inversión extranjera realizado por la Organización Nacional de Bufetes Colectivos de Cuba.

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Totalmente irrelevante