Hace 3 años | Por Gadres a directoalpaladar.com
Publicado hace 3 años por Gadres a directoalpaladar.com

Arrancas tu jornada aún con el pijama, suenan de fondo los sonidos familiares del vecindario. Pasan las horas alrededor de tu oficina hogareña, y de pronto te rugen las tripas; ha llegado la hora de almorzar y te va a tocar de nuevo improvisar.