Rojas insiste en que no busca reconocimiento con este premio, ni con otros. "Mi intención nunca ha sido impactar, sino plasmar lo que yo sentía al observar las miradas de quienes retrataba", confiesa. Para la artista, cada pincelada tiene una raíz emocional profunda en la que intenta "despertar sensibilidad, empatía y consciencia": "Para mí, el arte también es terapia: cada obra nace de una profunda introspección".