La nueva generación de supremacistas blancos se está radicalizando en toda Europa. Fantasean con un continente puro étnicamente y están tomando medidas al respecto. En Alemania, se evitó un plan de la extrema derecha para derrocar al Estado. En Francia, seis hombres fueron arrestados por planear atentados contra los políticos. En Bratislava, un estudiante con vínculos con la extrema derecha asesinó a dos personas frente un club LGTB. Sus objetivos: musulmanes, judíos, migrantes, líderes de asociaciones de izquierda.