China está robotizando su industria a un ritmo sin precedentes. Y eso tiene consecuencias mucho más allá de sus fronteras. Hace solo cuatro años, adquirir un brazo robótico con inteligencia artificial podía costar más de 140.000 dólares. Hoy, empresas chinas los venden por menos de un tercio de ese precio. China produce cada año unos 350.000 ingenieros mecánicos, técnicos en automatización y especialistas en electrónica. En EE.UU., por comparación, esa cifra ronda los 45.000.
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