Que tu mano derecha sepa lo que hace tu mano izquierda

En un mundo normal, habitado por gente normal, no tendría sentido que Amazon hiciese un spot para anunciar que alcanzará las emisiones cero en 2040.

En un mundo normal, no habitado por millones de ovejas, esas cosas estarían obligadas a hacerlas por ley.

Supongo que a todos nos parecería extraño que Amazon o Mercadona pegasen carteles por todo el mundo o por tu barrio en los que pudieses leer: ¡NO TORTURAMOS BEBÉS, NO VIOLAMOS ABUELAS, ÁMANOS". Porque cumplir la ley, hacer lo que es lógico, hacer lo que es ético, en un mundo NORMAL, no debería ser una forma de distinguirte de nadie. No debería ser opcional, no debería ser un argumento de venta. Debería ser LO QUE ES NORMAL.

En un mundo normal, adulto, honesto, las campañas de imagen, no es que estarían prohibidas, es que no tendrían sentido.

Pero vivimos en un mundo anormal, lleno de anormales abducidos, que se emocionan con unos mimos bailando en una campaña de una cervecera que lleva 30 años llenando el Mediterráneo de mierda.

Un mundo en el que se hace negocio con su, cada vez más cercano, final.

Un mundo en el que se hace negocio con su, cada vez más, cercano final.

Si empezamos a ver MERITORIO que los ricos paguen impuestos aquí pudiendo ir, legalmente, a un paraíso fiscal, o que las empresas más contaminantes den pasos timoratos y tardíos hacia la descarbonización, no estando obligadas a hacerlo, terminaremos creyendo que el bien solo tiene valor cuando podríamos escoger hacer el mal.