Esa empieza a ser la consigna. Aguantar seis días. Porque esa es la resistencia máxima de los activistas, y de la paciencia de los espectadores. En la sociedad en la que vivimos todo se puede medir, y de hecho se mide. Pues seos días es lo que dura el interés pro una causa cualquiera: si puedes aguantar seis días, a nadie le va a importar lo que hayas hecho. Da igual que sea una cagada mediática, un caso de corrupción, o una burrada humanitaria. En seis días, los periódicos no van a seguir publicándolo y todo el mundo lo olvidará.
¿Qué pasó en Kazajistán? ¿Qué sucede allí ahora? ¿A quién están reprimiendo, haciendo desaparecer y encarcelando indefinidamente? Ni idea.
¿Qué fue de la crisis de los refugiados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia? ¿se siguen congelando niños en la frontera? ¿Los han dejado pasar o los han hinchado a hostias a la espera de que los hagan regresar por donde vinieron? No lo sabemos.
¿En qué paró el golpe de Estado de Guinea Conakry? Ni os suena, ¿verdad?
es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_en_Guinea_de_2021
¿Y de los otros? Porque el caso es que hubo seis...
elpais.com/internacional/2021-10-30/seis-golpes-de-estado-este-ano-la-
De la política española y sus mierdas, de todos los colores, ni siquiera me voy a molestar a hablar. Se pide la dimisión de este presidente, de aquel consejero o del otro ministro. Da igual. Ya saben que basta con aguantas seis putos días.
La prensa carece de poder. La democracia es un simple sistema de gobierno al servicio de quien puede formar, con dinero, la opinión pública. Siempre mandan los mismos. Los pobres no han mandado ni mandarán nunca. Pero de eso ya hablaremos otro día.
MiguelDeUnamano