En mi anterior artículo os comenté sobre cómo os podíais defender de los trolistas del "el universo tuvo un comienzo".
Ahora quería comentaros sobre un interesante vídeo de Youtube con el que me crucé hace unos meses. Era un debate entre nada menos que el famoso físico matemático, además de filósofo, Roger Penrose, y un trolista profesional sobretitulado.
El debate giraba en torno a la existencia de algún dios, así que parecía prometérselas bastante interesante, porque era como un combate argumentativo e intelectual entre un cualificado científico y un cualificado trolista.
Pero lo que me sorprendió un poco es que el trolista supo pillar a Penrose un poco con la guardia baja, y algo más abajo os explicaré cómo me di cuenta de este detalle, pero, básicamente, deciros por ahora que si Penrose hubiera sabido de antemano por dónde le vendría el trolista, seguramente se hubiera defendido con argumentos científicos bastante distintos de los que de hecho utilizó en el debate. Así que, como moraleja, no debemos tampoco subestimar a los trolistas religiosos: han ido afinando y depurando sus técnicas trolistas durante muchos siglos, y antes de que te des cuenta te pueden dar un capotazo que te quedas viendo las estrellas.
Este trolista, en efecto, embestía desde una dirección distinta de la de "el universo tuvo un comienzo". Él venía con la trola de que había que creer en su dios porque su dios era como una "mente", una especie de "Matrix", en cuyo seno dicho dios habría creado el universo y todas sus criaturas, incluidos nosotros. Aparentemente, esta idea por sí se mostraría lo suficientemente justificativa o demostrativa como para llevarnos a creer en ese dios. Y, ciertamente, esta ocurrencia del "dios-mente" es uno más de los muchísimos trucos argumentativos recogidos en el catálogo milenario de cómo comer el coco que manejan las religiones cristianas.
El pobre de Penrose, en un primer momento, intentó defenderse como buenamente pudo, a base de argumentos más bien teóricos o epistemológicos (tipo falsabilidad, etc), argumentos que tenían lo suyo de razón, pero que creo que no son los que Penrose hubiera utilizado si hubiera sabido de antemano que por donde le iba a venir el trolista profesional era por la idea del "dios-mente". Penrose sostenía que él no podía hacer nada científicamente útil con esa idea del "dios-mente" que el trolista le vendía, salvo tener que creerse todo lo que el trolista quisiera inventarse sobre ella, teniendo así el trolista la sartén por el mango.
Terminé de ver el debate y fui a otra cosa. Pero, de vez en cuando, las ideas que se esgrimieron en ese debate acudían a mi mente en segundo plano, hasta que un día me di cuenta de algo interesante, algo que me hizo entender que a Penrose le habían pillado con la guardia baja, y que os quiero contar aquí para que a vosotros no os hagan lo mismo. Además, esta realización por mi parte también me permitió vislumbrar algo mucho más profundo, que atañía filosóficamente a toda la ciencia humana en cuanto ciencia, y que, de hecho, el 99'99% de científicos NO tienen claro. Y es por esto que podréis encontrar a numerosos científicos en Youtube coqueteando con la idea de "dios", temerosos de desestimar frontalmente esta idea.
De lo que me di cuenta en un primer momento es de que esa idea, o trola, del "dios-mente", de hecho había debido ser diseñada con cierta cuidadosa consideración hacia cuestiones de la ciencia física, de manera que la trola hubiera podido ser enunciada de una forma bastante mejor encajada en el ámbito de la ciencia física, lo que hubiera permitido a Penrose reconocer inmediatamente el planteamiento y utilizar de verdad los argumentos científicos adecuados contra él.
Entendí, pues, que la trola del "dios-mente" podía ser considerada de la siguiente manera: es tan extremadamente improbable que de algo tan básico como un mundo físico fundamental resulte la formación de algo tan extremadamente complejo como una mente, que, de hecho, podríamos en cierto modo considerarnos incluso científica y racionalmente legitimados para adoptar más bien el enfoque contrario, es decir, para entender como más plausible que esté siendo una mente extremadamente compleja la que esté creando algo tan básico como un mundo físico fundamental.
Es decir: es más fácil que de lo complejo resulte lo simple que lo contrario, que de lo simple resulte lo complejo.
De aquí se seguiría que habría un "dios-mente", que estaría creando el universo físico. Como veis, es un hábil capotazo de los curas, que pilló incluso a Roger Penrose con la guardia baja.
Y lo pilló con la guardia baja porque si Penrose se hubiera dado cuenta de que era este planteamiento el que el trolista le estaba trayendo, Penrose hubiera reconocido inmediatamente que se estaría entrando en el ámbito de la Termodinámica, y por tanto no hubiera esgrimido en el debate los argumentos epistemológicos sobre falsabilidad, etc, que esgrimió, sino que directamente hubiera ofrecido argumentos termodinámicos. Sin embargo, y es esto lo que a mí me llamó la atención bastante, Penrose no tocó la Termodinámica en todo el debate ni de refilón. Por esto me di cuenta de que le habían pillado con la guardia baja. Seguramente Penrose no se esperaba un capotazo tan hábil por parte del trolista. Con la iglesia había topado Penrose.
Dado que Penrose, aunque no quedó indefenso y manejó buenos argumentos epistemológicos contra el trolista, no supo defenderse como en realidad hubiera debido hacerlo, termodinámicamente, quiero yo ahora aquí escribir cómo hubiera tenido que defenderse Penrose, para que, si os intentan pillar a vosotros de la misma forma, vosotros ya estéis preparados y no os puedan torear como a Penrose.
Termodinámicamente, el fallo, o quizá más bien "timo", que se esconde en la idea del "dios-mente" es el de presuponer o imaginar que la naturaleza está severamente impedida, por razones estocásticas, para crear seres muy complejos. Esta afirmación es en sí misma errónea, y su formulación correcta sería más bien la de que la naturaleza está severamente impedida para crear seres muy complejos si intenta hacerlo sin respetar las leyes de la Termodinámica.
Pero si la naturaleza procede siempre respetando las leyes de la Termodinámica, puede crear seres todo lo complejos que le dé la gana.
Por tanto, la trampa del trolista del vídeo, y por ende de la iglesia, consiste en recortar y omitir malintencionadamente la coletilla "si intenta hacerlo sin respetar las leyes de la Termodinámica", para crear así la impresión de que la naturaleza es débil y no puede crear seres complejos en ningún caso, incluso aunque respete las leyes de la Termodinámica, lo cual es falso, una falsedad deshonesta y malvada.
Pero vamos a analizar un poco más en profundidad eso de "si intenta hacerlo sin respetar las leyes de la Termodinámica". ¿Qué significa? Significa que la naturaleza puede crear seres todo lo complejos que le dé la gana, a condición de que en algún otro lugar cree una entropía aún mayor.
Pero, para entender el verdadero alcance filosófico de esta ley termodinámica (un alcance que, de hecho, no es comprendido por el 99'99% de los científicos), vamos a tener que permitirnos aquí un pequeño paralelismo con otro ejemplo. Vamos a verlo como que "para construir, tienes que destruir":
Por ejemplo: imagina que quieres construir una cabaña de madera. La cabaña de madera es algo muy bien estructurado, con muy poca entropía, porque sería extremadamente improbable que un día el viento, soplando al azar partículas de madera, dejara perfectamente construida una cabaña de madera. Pero para construir tu cabaña de madera has tenido que destruir árboles, y has tenido que esforzarte y desgastarte tú mismo, es decir, has tenido que causar destrucción y desgaste, y con ello entropía, en algún otro lugar. Para construir, hay que destruir.
Es decir: la cabaña de madera, la has tenido que sacar de algún otro lugar; no has podido sacarla de la nada. ¡Este es el punto importante!
Por tanto, lo que Penrose hubiera debido aclarar al trolista, es, no que la trola del "dios-mente" es infalsable, sino lo siguiente: la Termodinámica no prohíbe ni impide a la naturaleza crear seres muy complejos; lo que le prohíbe es crearlos sacándolos de la nada, sin crear una destrucción, desgaste o entropía en algún otro lugar.
Y es justo aquí cuando llegamos a la importantísima y trascendentalísima perspectiva filosófica sobre la ciencia que se les escapan a ese 99'99% de científicos que andan por Youtube coqueteando con la idea de "dios": lo que la Termodinámica prohíbe es la magia.
Es decir: la naturaleza puede crear seres todo lo complejos que le dé la gana; lo único que le impone la Termodinámica es que no los cree haciendo trampas y utilizando magia, es decir, que no los saque de la nada, o de una chistera mágica, como si la naturaleza fuera un dios. Lo que la naturaleza haga en un sitio, debe tener repercusión en al menos otro sitio.
Dado que la Termodinámica prohíbe las chisteras mágicas y la magia en general, entonces está prohibiendo también los milagros, y, con estos, está prohibiendo los dioses, porque, en el fondo, un dios es pura y simplemente alguien con poder para hacer magia.
Así que si tuviéramos que unificar las leyes de la Termodinámica en una sola ley-resumen, de trascendencia filosófica, esta ley unificada de la Termodinámica sería la siguiente: "Los dioses no existen".
Así que el "sobremensaje" de la Termodinámica, y por ende de la ciencia física, y por ende de toda la ciencia humana en general, es que los dioses no existen.
Porque si los dioses existieran, o, mejor dicho, si nosotros quisiéramos creernos en serio que los dioses existen, entonces no tendría ningún sentido hacer ciencia alguna: no tendría ningún sentido que los seres humanos nos esforzáramos en axiomatizar el mundo real a través de un catálogo de leyes inmutables, si en cualquier momento puede aparecer un dios que, haciendo magia o un milagro, rompa nuestras leyes científicas, o las cambie.
Por eso, ser una persona de ciencia y al mismo tiempo una persona de religión, no solo es profundamente incompatible (que también), sino que de hecho constituye una ridícula incoherencia, que deja en muy mal lugar a quien se declara al mismo tiempo científico y religioso, porque esta persona está declarando que considera válidas dos cosas que se niegan mutuamente.
Y, aunque parezca increíble, este sutil "sobremensaje" de la ciencia, de que los dioses no existen, pasa desapercibido o incaptado para el 99'99% de los científicos, pues, ciertamente, es un sobremensaje tremendamente sutil. Por eso, cuando yo veo a todos esos científicos de Youtube coqueteando con la idea de "dios", mientras ellos disfrutan creyendo que están luciendo sus amplias perspectivas mentales, yo me estoy preguntando en qué universidad les habrán dado el título.