Legislar en frío y en caliente. La plaga

Empiezo a pensar que estamos rodeados de miserables o que nos toman por idiotas.

Una mujer dominicana mata a un niño a sangre fría: no hay que estigmatizar a los inmigrantes y se debe evitar legislar en caliente, porque la prisión permanente es una cosa muy seria.

Sentencian a cinco tíos por abusos sexuales durante los sanfermines cuando mucha gente cree que se trató de una violación, así que hay que cambiar mañana mismo la ley para que esos hechos se consideren violación.

¿legislamos en caliente o no? ¿Movemos la ley y la presión a al justicia por nuestras filias y fobias o tenemos la mínima intención de vivir en un estado de derecho donde las cosas se reflexionen un poco?

Hemos pasado del pan y circo a la política del espectáculo para llegar, en poco tiempo, a la justicia espectáculo, a la publicación de los datos del juez Llarena, a la publicación de las fotos de los profesores que se ensañaron en Cataluña con los hijos de los guardias civiles, a la publicación de la foto del único juez que pidió la absolución de la manada.

Estamos en la apoteosis del linchamiento. Al que no nos gusta hay que señalarlo para que se le pueda linchar mejor.

Vivimos en medio de una plaga de fascistas: gente que señala con una estrella amarilla en el pecho o una foto en las redes sociales.

La finalidad es la misma: señalar, marcar para que otro lo ejecute.

El ministro señalando a un juez es el penúltimo episodio. Las cloacas del PP vengándose de Cifuentes, seguramente pro no haber sido MÁS corrupta, el antepenúltimo.

Con un pueblo así, no podemos esperar mejor Gobierno.