A veces me gusta revisitar los clásicos y me sorprendo de no haber metido completamente la pata, como me ha sucedido en sonadas ocasiones.
Hoy me dio por repasar algunos artículos atrasado escritos en este mismo espacio, y me he encontrado con esto:
www.meneame.net/story/reloj-queda-ano-arena
www.meneame.net/m/Artículos/hora-pasarse-resistencia
Pues bien, ha pasado el verano, han pasado los primeros 100 días del Gobierno de Pedro Sánchez y creo que es hora de fusionarlos y seguir adelante con el análisis, el mío, a ver si estáis de acuerdo con mis previsiones.
Los tipos de interés en EEUU siguen su marcha ascendente, atrayendo capitales hacia esas latitudes. Otros bancos centrales siguen el mismo camino, obligando a Draghi,o a su sucesor, a dar pasos en ese sentido. Con el endeudamiento que manejamos, cada punto de subida de tipos supondrá cosa de 10.000 millones de Euros. Y la deuda ya no se coloca como se colocaba. Galope primero.
Hacienda ha conseguido un récord de recaudación hace unos pocos meses. Sí, habéis leído bien: ha recaudado más ahora que en plena bonanza económica, antes de la crisis que se lo llevó todo por delante. O nos va a todos como Dios, vía sueldos y beneficios, o nos han metido un clavo como un campanario. Permitidme que me decante por la segunda opción. Si con un récord de recaudación no conseguimos librar el déficit, ni enjuagar el agujero de las pensiones, ya veréis lo que será como la cosa empeore un poquito. Galope segundo.
El petróleo sigue estable dentro de la gravedad. Si no sube, respiraremos un poco. Si no baja, lo seguiremos notando, gota a gota, como una tortura China. Pero no se trata sólo de petróleo. Por estructura o por expolio, lo cierto es que la electricidad se ha encarecido también y que la pobreza energética no es ya cuestión de ancianitas que pasan frío en invierno, que es lo que mola escribir y presentar en vídeo, sino también de falta de competitividad para cualquier actividad económica. Lo notan las fábricas, los hoteles y las oficinas. Lo nota todo hijo de vecino. Y lo nota para mal. Galope tercero.
Los datos de desempleo del mes de Agosto han sido entre malos y funestos. No sé si hemos perdido aceleración o estamos comenzando a drenar, pero no se trata de una pregunta cuantitativa, sino cualitativa: o sea, de que la caída vendrá a ciencia cierta, puede que en tres meses, en seis o en nueve, pero difícilmente esperará más. Unidlo a lo anterior, y combinadlo a vuestro buen entender. Galope cuarto.
Por una serie de razones más que analizadas ya, la temporada turística ha sido muy inferior a la de años anteriores. Mejor clima en Europa, mejoría política en destinos alternativos, etc. Galope quinto.
El Gobierno no tiene mayoría para aprobar presupuestos, ni techo de gasto, ni nada que suene medianamente creíble. No es que le falte aritmética, que anda justo, sino que no tiene credibilidad para sostener en el tiempo sus reformas. Si alguien cree que, en la necesidad de acudir al mercado de deuda, esto sale gratis, que se lo haga mirar, proque lo cierto es que se paga, y muy caro.
Energía, tipos de interés, déficit estructural, presión fiscal, frenazo en el empleo, descenso en el sector turístico, inestabilidad política, desconfianza en los mercados... Y un giro en la política europea, en la que, tras las elecciones suecas, parecen pintar bastos para la tropa buenrollista que aquí nos gobierna. ¿Qué puede salir mal?
¿No parece esto la carga de la Brigada Ligera?
Por el Valle de la Muerte cabalgaban los seiscientos...