Como muchos sabéis, estos días se está celebrando el Mundial de fútbol en Rusia. Lo que no sabréis si no sois aficionados al fútbol o seguidores del Mundial es que el pasado miércoles 27 las selecciones de Suiza y Suecia se clasificaron para la siguiente fase eliminatoria, teniendo que enfrentarse en partido directo el próximo 3 de julio para acceder a cuartos de final.
Pues bien, Frauenzentrale Zürich, una asociación feminista suiza autodenominada como "una asociación sin ánimo de lucro que representa los intereses políticos, laborales y sociales de las mujeres" ha aprovechado la ocasión y la supuesta confusión que se da entre los nombres de ambos países para publicar un día después un vídeo en el que resaltar las políticas anti-prostitución en Suecia y criticar la legislación suiza ante este tema, con un mensaje relativamente explícito aunque sutil que dice "por favor, no comparéis Suecia con Suiza porque los suecos protegemos a las mujeres contra la prostitución y los suizos no". El vídeo en cuestión es éste (en inglés):
Independientemente de la posición individual sobre el tema de la prostitución y la trata de mujeres, éste es un nuevo y flagrante caso de manipulación mediante el uso de preceptos morales entendidos como superiores mediante falacia de autoridad y virtue signalling, aprovechando además las circunstancias derivadas de un acontecimiento deportivo que poco o nada tiene que ver con la cuestión que aquí se menciona.
Este tipo de propaganda es hoy por hoy tan habitual como las fake news, y su uso es un atentado contra la lógica y la integridad intelectual de la población, muy utilizado por todo tipo de asociaciones sin ningún tipo de escrúpulos para impulsar y reforzar su agenda política.
Si queremos una sociedad comprometida y eficiente con la problemática social, que haga uso del pensamiento crítico y no de sus emociones, debemos denunciar este tipo de prácticas y hacer públicos sus intentos de manipulación. En el caso contrario, nos abocamos a un modelo de sociedad polarizado y sin una base racional con la que dirimir los asuntos que nos afectan como una supuesta civilización moderna.