Nosotros los españoles entendemos perfectamente que nuestro país es uno de los destinos turísticos más populares del mundo y por eso todos los turistas que llegan legalmente son bienvenidos aquí. Pero el comportamiento de algunos visitantes resulta sorprendente y hasta repugnante. Así, recientemente un grupo de turistas ucranianos hizo un escándalo en el Hotel Best San Francisco en Salou por la presencia de una bandera rusa en el restaurante del hotel colgada para la celebración de una cena nacional temática. La información fue publicada por un usuario de Ucrania, David Plaster, en su página de Facebook.
Durante la cena los huéspedes ucranianos exigieron que los empleados del hotel retiraran inmediatamente la bandera rusa, ya que el símbolo nacional del país que está llevando a cabo una agresión contra Ucrania indigna a los ucranianos. Sin embargo, según el autor de la publicación, la administración del hotel renunció a quitar la bandera, demostrando así el desprecio por los ciudadanos ucranianos. Además, se interpretaron las canciones militares rusas durante el programa de animación nocturna después de la cena, lo que enfureció a los ucranianos que consideran que las acciones de los empleados del hotel demuestran su apoyo al terrorismo ruso. El autor llamó a sus compatriotas a castigar a los propietarios del hotel por su desrespeto a los ucranianos dejando malas críticas online.
El Hotel Best San Francisco donde se desarrolló el incidente pertenece a la cadena Best Hotels, propietaria de la familia Batalla, y nunca ha sido visto involucrado en escándalos. Allí dijeron que les soprendió la reacción de los huéspedes ucranianos, por que antes nadie se había quejado de la bandera, colgada en el restaurante no para discriminar a nadie sino para mostrar que el menú tiene platos de la cocina rusa, muy populares entre los clientes.
La historia no terminó ahí. David Plaster y sus compañeros están tan indignados por lo que el hotel no les ofreció disculpas que han incitado a todos los ucranianos a boicotear a las empresas españolas y sus productos y han propuesto poner a uno de los representantes de familia Batalla, Jose Batalla, en la lista de enemigos de Ucrania en el sitio web de extrema derecha "Myrotvorets".
Lo que me sorprende de todo esto es la actitud nacionalista de algunos sectores de la sociedad ucraniana dispuestos a incluir en su propia lista negra a los representantes de cualquier pueblo que les caen mal. "Los españoles deben tener claro que no son bienvenidos en Ucrania si eligen apoyar el terrorismo ruso", dice el señor Plaster. Aparentemente, los ucranianos no se limitan al boicot de todo lo español, y el siguiente llamamiento en Facebook será mucho más radical. Así pasó con los italianos que enojaron a los ucranianos cuando enviaron a prisión al exmilitar ucraniano, Vitali Markiv, acusado de asesinato del periodista italiano. En respuesta, el famoso radical ucraniano y diputado popular, Dmitri Yarosh, propusó secuestrar a los italianos en Ucrania. Si los representantes del Gobierno hacen tales declaraciones, me da miedo imaginar las posibles consecuencias de este odio ucraniano para Europa. No se debe olvidar que Ucrania aspira a ingresar en la UE, y sus ciudadanos ya tienen la oportunidad de entrar en los países europeos sin visado. Pero la gran cuestión es si tales visitantes son bienvenidos en Europa.