Audiometrías y dudas

Una de las tareas más importantes para la gente que usa implantes cocleares o audífonos es el ajuste de estos para obtener una buena calidad sonido que te permita oír lo mejor posible.

Las pruebas más habituales han sido las audiometrías, obviamente, pero algo tan simple como advertir al profesional de cuándo oyes un sonido, se convierte en una misión prácticamente imposible para una niña de corta edad.

El proceso es el siguiente: nos metemos en una cabina insonorizada y sentamos a Nora en una silla, encima de uno de nosotros. Cada vez que el profesional lanza un sonido (de diferentes frecuencias) a izquierda o derecha, Nora debe girar la cabeza hacia el lado correcto (primero solo con un procesador y después con el otro).

Si lo oye y gira la cabeza hacia el lado de donde ha salido el sonido, aparece un osito de peluche bailando en una caja que se ilumina. La idea es condicionar a Nora para que sepa que cuando oye el pitido y se gira hacia el lado «bueno», podrá ver el juguete.

En nuestro caso está siendo muy difícil que Nora colabore de esta manera. Al principio porque le daban miedo esos peluches, se cansaba enseguida y muchas veces, desde nuestro punto de vista, respondía de manera aleatoria a los sonidos girando la cabeza hacia un lado y hacia otro. Esto hace muy difícil medir su nivel de audición con los implantes y, por ende, calibrarlos para que oiga lo mejor posible.

Esta experiencia llegó a ser tan frustrante que comenzamos un camino junto a un centro de investigación y la propia otorrinolaringóloga para intentar diseñar alguna prueba objetiva que permitiese determinar el nivel auditivo con implantes o audífonos para niñas/os de cortas edades, pero este intento, después de varios encuentros, se paralizó por motivos varios y en estos momentos está en standby.

A pesar de todo, no me cansaré de agradecer a los profesionales audiometristas del Hospital Donostia la paciencia y la amabilidad que tienen durante todas estas pruebas, pues hacen todo lo que está en su mano para que Nora tenga la mejor calidad de vida posible y se vaya adaptando a su entorno.

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