Albert Rivera ha perdido las primarias del PP

Ahora que en los títulos se lleva hacer preguntas idiotas y buscar el click para encontrar respuestas no menos idiotas, quiero empezar mi artículo con la conclusión: el gran perdedor de las primarias del PP ha sido Albert Rivera y su partido naranja.

Si mis cuentas no fallan, y alguna experiencia tengo, al menos un tercio de los votantes de Ciudadanos lo eran por rechazo a Rajoy y su grupo, del que era parte fundamental la ex-todo Soraya Sáenz de Santamaría. Desaparecidos estos estorbos, muchos de esos votantes regresarán a las siglas peperas sin pensárselo un momento, máxime si Casado organiza una gran reestructuración del partido, aunque sólo sea para poner a los suyos y quitar a los que no lo apoyaron.

No hablo de regeneración. No hablo de limpieza. Hablo de simple prudencia política, de purga, de esa clase de purgas que hace la derecha, sobre todo cuando quiere girar aún más a la derecha.

Creo que en próximas fechas vamos a ver eso precisamente: un importante giro a la derecha, con algunos ramalazos incluso reaccionarios, para cerrar el paso a la irrupción de corrientes aún más conservadoras. Los asesores electorales lo han visto en media Europa y buena parte de América: luchar por el centro es muy importante, pero no tanto como lo era en tiempos menos polarizados.

Y por ahí precisamente ha comenzado Pablo Casado: proponiendo bajadas de impuestos y mano dura con los nacionalismos. ¿Qué le queda a Albert Ribera? ¿Ir de pepero moderado o de socialista hispánico?

Ahora la gran pregunta queda del lado de los estrategas de Pedro Sánchez: ¿Convocar elecciones antes de que el PP tenga tiempo de reorganizarse, o aguantar el tipo para recuperar el marchamo de partido líder? No es una decisión fácil.