He tenido una conversación con un nonagenario socialista que me ha parecido interesante traer aquí, aunque sólo sea para que veamos lo que ha cambiado el socialismo. Me llamó especialmente la atención el hecho de que me encontré estando de acuerdo con el hombre en la mayoría de las premisas iniciales, seguramente porque tenía más experiencia y más tablas que yo, y no supe rebatir algunas cosas. O por el idioma, porque estamos hablando de Alemania, este verano.
La cuestión es la siguiente: la sociedad, al contrario de lo que quieren afirmar los liberales, existe. Esa sociedad genera una serie de mecanismos para su buen funcionamiento, exige unos impuestos, y presta una serie de servicios útiles a todos, pues todos tienen unos derechos, independientemente de lo que aporten.
En casi todas partes, se entiende como lógico que quienes más tienen, más aporten, y además de manera creciente. Por eso los impuestos son progresivos y no proporcionales, al menos buena parte de ellos.
Los ricos, y las clases medias, por tanto, aportan su dinero a la sociedad.
¿Y qué es lo que aportan los pobres?
En otro tiempo, aportaban sus brazos y sus vidas para la milicia, pero esta se ha disuelto y ha pasado a ser un servicio pagado más.
En otro tiempo aportaban manos y bocas, por su número de hijos, pero eso tampoco sucede en la actualidad.
¿Qué aportan ahora los pobres a la sociedad?
Según este hombre, parte del descontento actual proviene de que hay un grupo que no aporta nada a la sociedad y que se siente con el derecho de pedir a los demás cuanto necesita, mostrando su enfado cuando no obtiene lo que pide.
Todo el mundo tiene que aportar a la sociedad según su capacidad, pero eso no se circunscribe solamente a a la capacidad económica. Convertirlo todo en dinero y pasarlo todo por el mercado es precisamente la base del liberalismo, que convierte a la sociedad en mercado, eliminando sus otras vertientes.
¿Y qué es lo que se supone que aportan actualmente los pobres a la sociedad? Mientras esto no se resuelva, crecerá el malestar de los que se sienten explotados, y será en detrimento de la idea de sociedad y para beneficio de los enemigos de este concepto. Porque no hay nada más antisocial, nada más liberal, que entender que hay personas que no tienen por qué aportar nada.
(basado en hechos reales)
Estoy en la entrada de un Hospital Público, en el exterior. La puerta principal tiene, delante, una gran parte cubierta, con columnas que la sostienen. Estoy esperando a que salga un familiar al que están interviniendo, así que hago tiempo repasando los mensajes en el móvil.
La barandilla en la que estoy apoyado, de pie, tiene un enorme cartel de "Prohibido fumar" pero, justo detrás de la barandilla, justo detrás del cartel, hay un jardincillo llenísimo de colillas. Se me acerca una señora fumando, mirando y señalando el acúmulo de colillas:
-Qué sucio, ¿no? Podrían poner unos ceniceros, o algo…
-Señora, en un hospital no se puede fumar.
-Pero no estoy en el hospital, estoy fuera.
-Señora, no se puede fumar ni dentro ni fuera, ni en las cercanías de un hospital.
-Pero aquí corre el aire y no molesto a nadie.
-SEÑORA, es que da igual que no moleste a nadie, algo que no es cierto, porque me está molestando a mí, es que ESTÁ INDICADO EN TODOS LADOS- y aprovecho para señalarle no sólo el cartel de "Prohibido fumar" al lado del cual está fumando, sino que le señalo TODOS los que hay en el resto de barandillas, columnas, paredes… diría que unos 20-25 en total, todos de un tamaño respetable y bien visibles. Y continúo: -SEÑORA, no sólo eso: es que lo prohíbe la ley.
-Ay, hijo, como te pones…
-¿Yo, ponerme? Le he contestado porque me ha hecho gracia que pida que se pongan ceniceros en un sitio en el que está PROHIBIDO fumar, además de estar muy bien indicada la prohibición, nada más.
-Si fumaras no dirías eso…-, me espeta.
Medio enfadada, se ha ido hacia el interior del hospital, no sin tirar antes su colilla en el montón de colillas en el jardincillo…
Poco después, estando exactamente en el mismo sitio, aparece una mujer con su hijo adolescente y se sienta en la acera junto a mí, tan cerca que no me toca por un par de centímetros, invadiendo mi espacio personal: le ha gustado la columna en la que estaba apoyado y se ha sentado usándola de respaldo, aun habiendo otras desocupadas y aunque casi me tocara.
Como no podía ser de otra manera, ambos se encienden un piti. Mira, yo ya paso, no tengo ganas de más jarana, así que doy un par de pasos hacia el otro lado y me separo un poco.
Lo bueno ha venido cuando se han puesto a mirar cosas en el móvil con el altavoz a tope: videos de TikTok y música la una, e Instagram el otro. Madre del amor hermoso…
Y lo mejor, que viene después de lo bueno, es cuando a la mujer le han llamado por teléfono y se ha puesto a contestar a voz en grito. Es entonces cuando me he acordado de una cancioncita que me recomendó un amigo informático para situaciones como éstas:
Así que la he puesto a todo volumen, porque cada uno escucha lo que le sale de las gónadas y al volumen que le sale de las gónadas, ¿verdad?, y yo escucho esto porque me apetece ahora mismo.
Por lo que sea, la mujer se ha levantado y se ha ido a acabar su conversación a gritos a otra parte, echándome "miraditas" (con lo buena gente que yo soy…), instante en el que a mí ha dejado de apetecerme escuchar esa canción, y he seguido con lo de los mensajes.
No ha habido "round 3". Podría haber ido, una por una, a pedir a las 10 o 15 personas que había allí, a 5 metros de la entrada principal del Hospital, fumando, que dejaran de hacerlo, que era incívico, que era ilegal, pero, lo más seguro, es que me hubieran contestado de malas maneras, diciéndome que me metiera en mis asuntos…
O podría haber llamado a la policía municipal para que vinieran, pero los hubieran visto llegar de lejos (el acceso es elevado), así que no hubiera servido para nada.
Tampoco estaba allí el guardia de seguridad que debería estar allí (la insignia de la empresa estaba, pero el vigilante no, no lo vi en unas tres horas que estuve allí), que es el que debería cuidarse, a falta de otro personal, el que se preocupara de eso.
Pero lo que de verdad me preocupa es la falta de civismo, de empatía, de algunos: ¿de verdad hay que amenazarte con una multa para que no fumes cerca de un hospital? ¿Tan PERRO eres que no eres siquiera capaz de alejarte un poco para fumar, que tienes que hacer debajo de la señal que te pide que no lo hagas allí, justo DELANTE de la entrada?
Había en la puerta cuatro o cinco pacientes, acompañados de familiares, que habían salido, aprovechando el buen tiempo y el solecito, a tomar el aire, sentados en los bancos de la entrada. Otros pacientes, dados de alta, esperaban en los bancos ser recogidos en coche por sus familias. ¿Ni siquiera eso puedes respetar, a gente enferma que tiene que tragarse tu humo porque tú lo vales, porque te importa todo una mierda, porque primero tú y a los demás que les den por culo?
Y decía el gilipollas de Kirk, que Satán tenga en su olla, que no le gustaba la palabra empatía…
(; ⌣̀_⌣́)

Leo en Expansión que el PIB de España ha crecido en el tercer trimestre de 2025 dos décimas menos, tanto en tasa intertrimestral, como en anual. Si nos vamos a los datos oficiales del INE en su nota de prensa, vemos que es correcto: se ha pasado de un 0,8% al 0,6% en tasa intertrimestral; y de un 3% a un 2,8% en tasa interanual.

Pero si profundizamos más en los datos y accedemos a los datos detallados del INE con cuatro decimales, observamos algo curioso efecto del redondeo: en tasa intertrimestral se ha pasado de un 0,7524% en el segundo trimestre (que se redondeó a un 0,8%) a un 0,6321% en el tercero (que se redondeó a un 0,6%). Es decir, que la disminución es en realidad de 0,1203 décimas, mucho más cerca de 0,1 que de 0,2. Es el problema que se puede tener cuando se trabaja con cantidades que previamente han sido redondeadas. Y lo mismo ocurre con la tasa interanual en que la bajada exacta es de 0,1358 décimas, también más cerca de 0,1 que del 0,2.

En el caso más extremo podría haber sido u 0,7500%, que se hubiera redondeado a las décimas a un 0,8%, y un 0,6499%, que se hubiera redondeado a las décimas como 0,6%: una diferencia real de 0,1001 (prácticamente una décima) se convertiría por efectos del redondeo en 2 décimas.

Hace unas semanas leí en algún lado que Digg volvía así que investigué un poco y me apunté a la beta. Hoy me ha llegado la invitación y ya puedo entrar ver el diseño y hacer pruebas. Como llevo diciendo desde hace un año, con los cambios en los resultados de búsquedas y la inminente transformación de Google Discover, los agregadores de noticias tienen una nueva primavera por delante.
El nuevo proyecto está en manos de Kevin Rose, su fundador original, y Alexis Ohanian, cofundador de Reddit, que han relanzado el clásico agregador de noticias con una nueva filosofía: adaptarlo a la era de la inteligencia artificial y recuperar las comunidades humanas en un internet saturado de bots ¿Os suena? A partir de ahora vamos a escuchar este argumento en la creación de nuevos proyectos: «cosas sin IA para recuperar la humanidad». Según uno de los moderadores ante la pregunta ¿Cuál es la diferencia con Reddit y en qué sentido Digg está centrado en las personas? sostiene que gran parte de las redes sociales están optimizadas para el enfado y el clic fácil. Los algoritmos se dedican a mantener a la gente enganchada, explotando la indignación cuando hace falta y llenando los espacios de anuncios, a menudo camuflados. Lo hacen sin preocuparse demasiado por la precisión ni por el impacto.
Frente a eso, Digg quiere ser distinto. Quiere que los usuarios recuperen el control de su feed, puedan crear y gestionar sus propios algoritmos y tengan una relación más sana con la comunidad en línea. Pretenden construir un entorno donde la conexión humana y la calidad de las conversaciones importen más que la viralidad. También habla del sistema de “leaderboards” (clasificaciones) heredado del viejo Digg, y reconoce que no está cumpliendo su función. Su idea es pasar de una lógica global —que fomenta competir por visibilidad— a una más comunitaria, centrada en las aportaciones dentro de cada grupo temático. Es decir, destacar a las personas que realmente contribuyen a hacer mejor cada espacio.
Por último, ojoa esto, explica que “centrarse en lo humano” no significa rechazar la tecnología o la inteligencia artificial. Quieren usarla como herramienta para facilitar la moderación, automatizar tareas repetitivas y reforzar la seguridad, pero sin sustituir la voz y la presencia humana. En resumen: Digg quiere ser un lugar diseñado por y para personas, con ayuda de la tecnología, pero sin caer en el modelo de redes sociales que viven de la manipulación emocional y los algoritmos opacos.
El diseño, es tan malo como el anterior de Digg, mucho más feo que Menéame. Veremos como va la resurrección.
Lo he leído muchas veces, pero los autores que abordan este tema, como Piketty, lo hacen de una manera tan relamida y enrevesada, que no se entiende bien lo que dicen, así que voy a intentar lo contrario.
Uno de los mayores problemas de nuestra época, en esta parte del mundo, es la longevidad. La gente no se muere ni a tiros. La gente dura más de lo razonable, y eso es una mierda y un daño para todos por motivos muy diversos. En primer lugar, los patrimonios y el poder económico, se concentraban en los viejos que, por su propia naturaleza, no tienen ganas de hacer nada.
Y no me refiero a los milmillonrios, sino a la gente en general, a la peña de a pie. Si en una familia sigue todo en manos del abuelo, a sus 87 años, no esperes que ponga una empresa, no esperes que abra un taller, no esperes que haga nada. Donará una parte, si acaso, a los hijos, y el resto lo retendrá para quedarse cinco años como un calamar en una residencia, hasta los 93, a razón de dos mil euros al mes. Y cuando al final el abuelo se muera de una puta vez, sus hijos tendrán 67, 64 y 61 años respectivamente, con el pescado vendido, sin ganas tampoco de emprender nada, ya casi ni de gastar en nada, porque estarán reuniendo también pasta para la residencia mientras sus hijos se rompen los cuernos pagando un alquiler.
Eso sucede con la longevidad: el capital se retiene demasiado tiempo en manos muertas, y cuando pasa a la generación siguiente, ya es demasiado tarde para que esta generación tenga el menor deseo de nada. Las herencias, hoy, pasan de muerto a moribundo, de un cementerio a otro, como los huesos que se sacan de una excavación arqueológica para llevarlos a un museo.
Pero no es sólo dinero.
Otro día, con más ganas, hablamos de los efectos de la longevidad en la política, con la acumulación de votantes en un espectro de edad rancio, cegato, conservador y desdentado. O de los efectos de la longevidad en el sistema de salud, gastando ingentes cantidades de dinero en cronificar enfermedades que no van a mejorar, en mantener con vida a gente que en realidad ya no está aquí. O en el simple tapón que los jóvenes sufren por arriba a otros muchos niveles.
Luego os extrañáis de que Ayuso dejara morir a casi 8000 viejos y sólo un 1% de las familias presentara queja. Mucho me parece un 1%, todavía. Mucho más de lo que yo esperaba, la verdad.
Menos mal que ahí están los hechos, porque hablar, de este tema, nadie quiere hablar en serio..
Lo que no se espertaban los soviéticos, y menos aún los que jalearon la destrucción de su sistema, era que algunas de las características fundamentales del modelo colectivista acabarían por imponerse en el bloque capitalista, o al menos en una parte de este.
Y me refiero fundamentalmente a dos cosas:
-1- En primer lugar, disminuye el desempleo pero disminuyen también las horas totales trabajadas. ¿Qué es eso sino reproducir el viejo sistema soviético de poner dos encargados para cada farola, de modo que nadie estuviese desempleado? ¿Que es eso, sino imitar a los que encontraron en el subempleo una solución para maquillar los datos ante el politburó? Lo que importa ahora son los datos, y no las personas. Lo que importan ahora es hacer funcionar aquella máxima rusa de "tu haz como que trabajas, que nosotros hacemos como que te pagamos"
-2- Los agentes económicos parecen libres, pero se reducen a uno: las decisiones de los bancos centrales. Mientras el banco central compre deuda de manera ilimitada a gobiernos y empresas, todo va bien, aunque sea sin generar riqueza. Mientras los bancos centrales planifiquen a qué sectores se apoya, a cuales ase abandona, a quien se rescata y a quien se deja caer, no habrá diferencia alguna con aquellos planes quinquenales de la URSS y sus satélites.
Algunos de los viejos métodos soviéticos han triunfado. Y encima sin molestarse en suimular que lo hacen pensando en nosotros.
Punto para el dinero, derrota para el teatro.
Hace un par de días leía que la publicación digital Mic despedía a 25 empleados para así convertirse en líder en el periodismo visual. Esto se traduce en menos redactores y más editores de vídeo según su fundador, Chris Altchek. No soy quién de juzgar si ha tomado una buena o mala decisión, pero esta noticia me ha llevado a plantearme si el tema de los vídeos se nos está yendo de las manos.
En 2021 el 81% del tráfico será de vídeo según las predicciones de Cisco. ¡Casi nada! Con estos datos lo primero que piensas en que el vídeo es el futuro de internet. Otro dato que debemos tener en cuenta es desde dónde accederemos a los contenidos: en 2021 el 75% del tráfico será en móviles. Un dato muy importante ya que determina formato de vídeo que más triunfa en redes sociales: con una duración corta y preferiblemente con texto o subtítulos.
Nos pasamos de media 01:22 horas al día en Facebook, de los cuáles 20 minutos los dedicamos a consumir vídeos. Hay que tener en cuenta que los vídeos en esta red social se reproducen de forma automática así que el usuario toma la decisión de si verlo o no en cuestión de segundos en base al impacto que le generen los primeros segundos y la procedencia del vídeo. Y aquí está el truco de Facebook: 3 segundos de visualización cuenta como una reproducción.
Buzzsumo ha analizado los 10.000 vídeos con más engagement de Facebook entre junio de 2016 y junio de 2017. Estos han sido las temáticas más populares:

En Facebook ya empieza a ser posible monetizar los vídeos con Ad Breaks en los vídeos en directo o en videos on demand. Es decir, en medio de la reproducción aparecerá un corte publicitario que permite obtener ingresos. Todavía está en fase de prueba y habrá que esperar a que esa funcionalidad salga a la luz para conocer más sobre su funcionamiento y si realmente es rentable. De todas formas, si curioseáis los vídeos de Playground en Facebook es posible que os encontréis con los anuncios que os estoy hablando.
Viendo todo esto, dudo bastante que monetizar vídeos en Facebook sea coser y cantar, aunque hay algo que tener en cuenta para entender parte de su éxito: el alcance de una publicación en vídeo es mucho más alto que el resto de formatos. En abril de 2017 los vídeos alcanzaron el 12,05% del público total de la página frente el 11,63% de las fotos, el 7,81% de los enlaces y el 4,56% de las actualizaciones de estado.
Personalmente creo que el vídeo formará una parte muy importante de los medios de comunicación debido a lo fáciles que son de consumir, sobre todo esos pequeños vídeos que puedes ver tranquilamente mientras esperas el bus o en el médico. El problema está en que se está generando tal cantidad de contenidos será muy complicado destacar. Incluso se podría a llegar a un punto de saturación en el usuario en el que deje de tener interés en consumir este tipo de contenidos. ¿Será este el fin del vídeo o seguirá con su hegemonía tal y como auguran las tendencias?
Más info: VII Observatorio de Redes Sociales, Cisco, Buzzsumo, Newsroom Facebook
Principio de incertidumbre de los embalajes y los prospectos (también conocido por Ley de Entropía de los embalajes y prospectos).
Teorema: Siempre que un embalaje contenga prospecto, usted abrirá el embalaje por la parte del doblez del prospecto.
Axioma: El prospecto siempre cubre el objeto embalado haciéndolo inaccesible.
Postulado: Usted tendrá que abrir todos los accesos posibles excepto el correcto antes de poder extraer el objeto del embalaje.
Corolario: Si usted acierta cualquiera de los intentos de abrir el embalaje antes del último, se verá envuelto en una de las siguientes situaciones:
1.- El prospecto está escrito en multitud de idiomas exceptuando los que usted conoce.
2.- El prospecto es erróneo, no se corresponde con el objeto.
3.- Las dos situaciones anteriores.

No sé a vosotros pero a mí los teléfonos de disco me trasladan a mi infancia cuando pasaba el verano en casa de mi abuela y se me enganchaban los deditos cuando intentaba llamar a mi madre. Es cierto que otras soluciones más óptimas han ido sustituyendo a esta tecnología y hoy los teléfonos de dial se han quedado solo para decoración de las casas de amantes de lo vintage pero, ¿cómo se les ocurrió esta manera de marcar?
El teléfono fue patentado en 1876 por Alexander Graham Bell. No soy experta en telefonía pero el funcionamiento básicamente consistía en una lámina metálica que se colocaba frente a un electroimán del que partía un cable eléctrico que reproducía las vibraciones en el aparato receptor.
Un año después, cuando Edison inventó el micrófono de carbón se mejoró la calidad de la señal y es en 1878 cuando se pone en marcha la primera centralita para poner en contacto a los 21 abonados de la ciudad de New Haven. El sistema de centralitas se mantuvo pese a que en poco tiempo se multiplicaron las personas que tenían un teléfono en casa.
Las operadoras preguntaban con qué número querían hablar los abonados y ponían en contacto a las dos personas. Trabajaban rápidamente pero pronto se vio que, a no ser que se pusiera en marcha un sistema automático, llegaría un momento en el que no darían abasto.
Desde 1880 ya empezaron a patentarse sistemas que lograban automatizar las llamadas más o menos airosamente. En 1892 Almon Strowger, fundador de la compañía Automatic Electric, consiguió hacer funcionar un sistema basado en tres botones con los que se marcaba el número de abonado, más un botón para llamar y otro para colgar.
Tenemos que esperar cuatro años más para que se inventara el sistema que triunfó: el método de marcación por disco. Los inventores fueron dos personas de Automatic Electric, Erikson y Keith, y funcionaba (como ya sabéis muchos) introduciendo el dedo en la cifra, girando el dial hasta el tope y dejando que volviera a su posición inicial hasta que acabaras de marcar el número completo.
Los primeros discos de marcar producidos por la empresa de Strowger no eran como los que conocemos hoy en día, sino que se parecían más a una rueda dentada. Al principio se pensó en que el usuario acompañara al disco hasta su posición inicial pero se descartó porque pensaron que podría dar lugar a errores por la diferencia de velocidad o por si se atascaba, por lo que se las ingeniaron para que la rueda volviera a su posición inicial ella sola, tal y como explican por aquí.
Al girar el dial, se accionaban una serie de selectores y conmutadores que enviaban “pulsos” a las centralitas automáticas que los interpretaban de forma mecánica y lograban poner en contacto a dos aparatos. Automatic Electric se dedicó a perfeccionar el sistema y consiguió que los teléfonos funcionaran con menos cables mientras se ampliaba la capacidad de las centralitas automáticas.
La colocación de los números era de izquierda a derecha en el círculo y el 1 se situaba en lo que en un reloj serían las 2. El resto de números se coloca a continuación y el 0 es el último, que se sitúa en lo que en un reloj serían las 5, y justo a su lado estaría el freno, que es como una coma.
Es en 1905 cuando comienzan a comercializarse los primeros teléfonos de disco, que podían ser de mural o de sobremesa. Son estos últimos los que se hicieron más comunes, después de que AT&T, la empresa de Graham Bell, se lanzara a la comercialización masiva.
Si al principio el auricular estaba separado del micrófono, pronto estos teléfonos fueron sustituidos por los que tenían el auricular y el emisor en la misma caja, junto con el timbre que en un principio también estaba aparte. Uno de los primeros modelos fue el Candelabro 50AL y que aún se pueden adquirir por Internet en algunas tiendas especializadas o de segunda mano.
Los primeros teléfonos eran de chapa o cobre y las cajas solían ser de madera. Más adelante, cuando se inventó la baquelita, este fue el material preferido, por su ligereza y su duración.
No obstante de la popularización de los teléfonos automáticos, las operadoras siguieron teniendo tarea, ya que las nuevas centralitas solo funcionaban a nivel local. De hecho, las llamadas a larga distancia no prescindieron de las operadoras hasta 1950 por lo menos en Estados Unidos. Los primeros teléfonos de teclas (de marcación por tonos) aparecieron en 1960 y con ellos llegó el declive de estos aparatos que a mí me siguen retrotrayendo a mi infancia.
Si tenéis más curiosidad sobre el invento, podéis leer a fondo en este artículo de El Español, en este de Actual Vintage que es bastante exhaustivo y por supuesto en la Wikipedia. La foto inicial es de Pxhere.
Si estás realmente quemado puede que la sola pregunta te haya hecho sentir algo por dentro para responder con algún exabrupto o una cruda respuesta. Espero que no sea tu caso y que si lees esto sea con calma. Si no, puedes pasar a otra cosa ahora mismo, o dejarte llevar por la ira hasta el final del artículo y ya luego desahogarte.

El odio es una de las emociones que vemos reflejadas continuamente en las redes sociales, en algunas más que otras. Aquí es inevitable hablar de Twitter. Alguien relevante da su opinión sobre un tema y la mayoría de las respuestas son para rechazar su mensaje, con más o menos violencia.
También en la vida corriente podemos ver huellas de odio cuando el tema de conversación es el criticar a alguien o algún hecho. A veces se respira envidia, a veces rencor, pero cuando personalmente siento verdadero miedo es cuando se respira odio.
Volviendo a Twitter es curioso que si quieres ver argumentos a favor de un partido político muchas veces tienes que ver las respuestas que le dan a un representante de un partido de otra ideología. Ese alguien al que le rebaten sus ideas hasta insultándole, es el mismo al que también siguen días tras día, para seguir devolviéndole antipatía continuamente sin pudor. Están tan radicalizados con temas como la política que términos como fascista, nacionalista o supremacista se utilizan a la mínima, olvidando su uso original.
El odio es la razón de ser de muchos grupos que han visto en el otro a su enemigo, aunque ese “otro” no hubiera hecho nada violento para llegar a sentir hacia él esa repulsa. Desde que el hombre es hombre el odio ha servido para mantener grupos de poder, ideologías o incluso una manera de darle sentido a la vida inconscientemente, cuando no tenemos ningún propósito claro. Es un triste escape a la infelicidad que se puede percibir tanto en internet como en la calle.
También es triste ver personas que el vínculo que les une entre ellas sea el odio hacia otra persona o grupo, y que les sirve para llevar una relación cordial o incluso de amistad que ha nacido por una repulsa clara hacia el otro, aunque quizás no se hayan dado ni cuenta. O que en internet solo comparten denuncias o cosas que siempre dejan un mal sabor de boca.
Y se puede denunciar cosas despreciables, pero es imposible que no nazca el odio cuando se leen cosas como las comparaciones entre un futbolista que defrauda a hacienda mientras otros recolectan tapones de plástico para una silla de ruedas, o porqué a la hora de pagar un aparcamiento de un centro comercial es gratis mientras que el de un hospital es un robo.
El odio en ese momento hace un efecto de identidad sobre nosotros mismos, nos hace sentir más vivos, que tenemos la razón, que por un momento puedo decir “yo estoy aquí” como el que logra llegar a la cumbre una montaña, aunque esta sea de basura.
Sin embargo la contrapartida del odio es la tristeza. Después del subidón viene la resaca. Y así algunos están acostumbrados a vivir. Sin darse cuenta es difícil vivir así con sensibilidad hacia los demás, percibir la belleza de las cosas, tener buen humor… si nuestro sustento, nuestra droga es el odio. Esa sensación ya ha ocupado todo lo demás, y va a ser difícil desprenderse hasta que nos hartemos de ella o pase algo extraordinario, ya sea bueno o no, que nos hagas cambiar nuestra manera de vivir.
En definitiva el odio es otra cara más de nuestro ego, ese que te dice que tienes que criticar, posicionarte, denunciar, gritar… sobre algo para sentirte persona, sentir que tienes una identidad y que por un momento existes aunque sea a costa de los demás, que son víctimas de ese odio que nunca deja nada bueno. La siguiente pregunta sería qué es el ego y porqué necesita de cosas como el odio para subsistir, pero eso ya es otro tema para otro artículo, incluso más odioso que éste.
Si eres portador del virus del odio solo decirte una posible cura. No le hagas caso a tus instintos que te llevan a pensar o actuar de una manera poco plausible. Obsérvate a ti mismo y ve como ese odio se va desvaneciendo solo, porque cuando lo vemos de frente sin reaccionar se deshace como un azucarillo en agua. Y eso que parecía tan poderoso cuando somos conscientes no suele durar mucho, y así con tantas cosas que valdrían para otros artículos como éste que empezarían así: Esa emoción ¿Por qué?
Ya me molestaban bastante los policías de la moda, esos que iban diciéndote lo que tenías que ponerte y lo que estaba pasado de fecha, el color que se llevaría este año y si era mejor afeitarse o no las patillas.
Luego vinieron los policías de la corrección política, un grupo de gente cuya mayor aspiración es mandar callara los demás, por activa, por pasiva, de manera expresa o tácita, siempre que lo que dices no coincida con su programa político, su visión del mundo, o su software cerebral.
Y ahora, como siguiente (que no última) vuelta de tuerca, nos encontramos a la policía empática, esa gente que te dice con quién tienes que empatizar, por quien tienes que compadecerte y a quien tienes que apoyar para no ser un desalmado.
Y me jode.
Porque igual que visto como quiero y me expreso como mejor creo, reservo mi empatía para quien buenamente me parece, sin sentirme obligado a la lagrimita fácil, la compasión forzada ni la solidaridad por cojones.
A las palabras obligatorias, se suman los sentimientos obligatorios. Es repugnante. Hemos llegado al triunfo del ternurismo de Marco y su mamá, pero para adultos: puñetera pornografía de los sentimientos en la que, como en cualquier pornografía, se abusa de la exhibición de pulsiones primarias para obtener efectos forzosos.
Empatizo o no con el perro al que asustan los petardos, si quiero, y con el urogallo fantasma que anida en un parque eólico. Empatizo o no, si quiero, con el obrero al que le metieron un ERE, mientras a a los de mi entorno les recomiendan dar conciertos. Empatizo o no, según me parezca, con el magrebí que salta una verja y cree que ese es mérito suficiente para tener premio. Empatizo o no, según vea, con el divorciado al que no le permiten ver a sus hijos y con la mujer a la que no le llega en tiempo y hora la pensión. Empatizo o no, según me dé, con el treintaañero que aún vive en casa de sus padres, con la pareja que insiste en vivir en Madrid aunque el sueldo sólo les permita pagarse el alquiler de una carbonera. Empatizo o no, a mi buen entender, con el que boicotea los productos de una región, con el policía que cobra menos que un colega regional, y con los que exigen o se oponen a un trasvase.
Y si no empatizo con alguno de estos casos, los traficantes de abrazos tiene tanto derecho a llamarme desalmado como tengo yo a llamarles a ellos gilipollas.
Un águila que había descendido de su nido en lo alto de la montaña buscando alimento, se encontró a una oveja muy peculiar. Apenas quedaba lana en su cuerpo casi desnudo, pero en su rostro había un inexplicable gesto de vanidad y superioridad. Asombrada por tan incomprensible escena, el águila se acercó a preguntarle.
-Buena te han dejado los hombres, hermana oveja. Te han usado a gusto...lo que no puedo entender es la razón de tu orgullo.
-Todos los hombres me desean. Se mueren por mi lana, me buscan, se desviven para que esté quieta y tranquila mientras me esquilan haciéndome todo tipo de caricias y halagos...¿Cómo no voy a estar orgullosa siendo tan valiosa, especial y deseada?
El águila se echó a reír y le dijo:
-Te desean y valoran igual que yo deseo y valoro a las liebres que devoro. Pobre infeliz...en primer lugar no eres especial. El patán que te esquila, esquilaría exactamente igual, con la misma ambición, deseo y malicia a cualquiera de tu especie...porque la lana que quiere, cualquier oveja puede dársela. En segundo lugar, tú no les importas un carajo...mira el caso que te hacen en cuanto no te queda lana. Hasta que no vuelve a hacerles falta y tú puedes proporcionársela de nuevo, les eres indiferente, y si a veces fingen con desgana algún buen gesto es porque temen que puedas enfurruñarte y huir de ellos cuando vayan a esquilarte.
Para ellos no eres más que una cosa, un objeto al que utilizar para satisfacerse, un objeto sustituible por cualquier otro de su misma especie. Me apena que seas tan estúpida como para jactarte de ser una vulgar fábrica de lana, como tantos millones que hay en la tierra. Es triste que consideres un mérito que cualquier pueblerino emplee tu cuerpo, un objeto más de tantos, para beneficiarse...al menos mis liebres saben lo que son.
-Te valorarán más a ti, siempre arisca y aislada en tu montaña.
.Cometes dos grandes errores. Primero, guiarte por el juicio de los demás. Tú eres dueña y juez suprema de tu vida. En tu fidelidad a ti misma encontrarás la paz y la felicidad. Mientras no hagas lo que sientes, sino lo que deciden otros, mientras no juzgues la bondad de tus actos por cómo los acoge tu corazón...serás desgraciada y esclava.
Y además, ese temor a la soledad te condenará a la soledad más terrible. Porque estarás rodeada de quienes aceptan al sujeto que finges ser para agradarles, pero te rechazan a ti como realmente eres ¿O es que deseas realmente ser esquilada y morirte de frío? Por el contrario, aquellas personas que te amarían y apoyarían si conocieran tu rostro sin máscara, aquellas con las que verdaderamente podrías ser feliz... se alejarán de tu lado. Porque no hay nada más penoso que una oveja que desea ser esquilada de cara al invierno.
Tu segundo error es no saber distinguir entre lo que es valorar a alguien y querer aprovecharse de él. Hay dos tipos de hombres, los idiotas e insensibles y los que pueden ver más allá de sus narices. Ninguno de los dos te valorará por tu lana, aunque a los segundos les dará pena aprovecharse de ti. Para ambos, tu lana es algo que les da un beneficio que pueden hallar en cualquier oveja. Para ambos, por consiguiente, eres una oveja más, y cualquier hermana tuya les vale lo mismo que tú. La diferencia está en que los segundos sí son capaces de valorar a un ser...pero obviamente nunca lo harán por algo tan superficial, sino por lo que ese ser guarda en su interior... por lo que lo hace único. Y cada vez que te arrodillas para ser esquilada, ese algo muere un poco más. Recuerda esto antes de que la muñeca termine por romperse.
Y el águila alzó el vuelo rumbo a su montaña.
Una adolescente norteamericana de notable inteligencia y gran curiosidad, tiene sueños donde se mezclan la necrofilia, las amputaciones y su pasión por ser cirujana. Aparte de ello, en su vida cotidiana viste, habla y actúa como le nace de dentro, siendo vista por el resto de sus compañeros como alguien sumamente excéntrico, con la consiguiente marginación. No obstante, un día decide perder la virginidad y le plantea al novio de la chica más popular de su clase que le sirva de instrumento para ello. Él acepta y, en plena vorágine sexual, le pide que le haga sexo oral. En ese momento tenía la menstruación (cosa que él no sabía) lo que provoca que, a los pocos segundos, saque la cara de su vagina totalmente ensangrentada. Él está muerto de asco, pero ha satisfecho una de las principales fantasías de la chica.
La chica tiene una madre sumamente religiosa que le reprime y hostiga a cada instante para que no sea diferente a los demás, consiguiendo exactamente el efecto contrario. Su madre, a diferencia de ella, también niega un hecho determinante: la chica padece trastorno límite de personalidad. Pese a que le pide reiteradamente ir a un psiquiatra, la madre se niega y le envía a visitar a su párroco, que no tiene ni idea de medicina y solamente le provoca un empeoramiento paulatino.
Después de vomitar en clase encima de una de sus compañeras más convencionales y repelentes, las cosas se van complicando hasta alcanzar un desenlace fatal donde se mezclan su locura (ya desatada) y el amor que siente por su hermana (que necesita un trasplante pulmonar).
La chica sufre un trastorno mental, pero a la vez tiene una personalidad más atractiva que la del resto de gente que le rodea. Es inteligente, libre, despierta y lo suficientemente clarividente como para autodiagnosticarse la patología que sus padres niegan...y pedir ayuda. En su mente existe una parte maravillosa, que le lleva a leer, estimular su curiosidad, perseguir su sueño de ser cirujana, conocerse y actuar como siente aunque se salga de la norma. Y otra parte oscura que le lleva a desear la sangre y soñar con amputaciones.
El problema es que su entorno le presenta todo lo que hay en ella (lo bueno y lo malo) como negativo, provocándole un sentimiento de rechazo y una falta de apoyo que disparan su enfermedad y le llevan a la tragedia. El impulso atávico de reprimir y ocultar para evitar la vergüenza de ser distinto, en lugar de asumir con naturalidad la infinidad de personalidades que, por nuestra propia naturaleza diversa, deben poblar cualquier comunidad.
Después de ver esta película, cada vez que tenga noticia de un tiroteo mortal en un instituto norteamericano, no podré evitar pensar en el tiempo durante el que se dejó pudrir y degenerar la mente de su autor para que alcanzase ese extremo de locura (sin perjuicio de que haya casos donde el grueso de la culpa sea suya). Y de todas las veces en las que una larva se convierte en serpiente venenosa y no en mariposa, simplemente porque no se le ha dejado un espacio donde construir su capullo.
El populismo va de captar mentes con mensajes simplistas y símbolos que cautiven al ciudadano, haciéndole creer que está en el mismo bando del dirigente populista aunque el viva como Dios y los demás no lleguemos a fin de mes.
El populismo usa cebos tan dispares como una paella popular, un partido de fútbol, enemigos inventados y maximizacion de unos problemas para ocultar otros. El dirigente populista se fotografiará con un plato de paella o una bufanda del Madrid junto al currela de turno para transmitirle el mensaje de "soy uno de los tuyos porque a los dos nos gusta el fútbol". Acto seguido le abandonará para legislar y gobernar conforme a sus intereses bastardos, y llenará sus bolsillos gracias a la confianza robada con artimañas.
Igualmente, el dirigente populista que controla los medios de comunicación, repetirá hasta la saciedad la noticia del secuestro de un niño (una indudable tragedia) pero ocultará que en España dos millones de niños pasan hambre www.lasexta.com/programas/mas-vale-tarde/noticias/cerca-dos-millones-n También ocultará el maltrato e incluso la muerte que cada año sufren tantos niños porque no existen unos servicios sociales lo bastante potentes como para detectar el infierno que viven en sus casas y acabar con el.
La guinda del pastel será aprovechar ese secuestro (y alguna tragedia similar reciente) para sostener que el principal problema del país son los desgraciados aislados que siegan una sola vida, y que todos los hombres de bien debemos perseguir que se pudran para siempre en la carcel.
El populismo es enemigo del análisis racional de los problemas. El populismo nunca reconocerá que los dos millones de niños que pasan hambre en España son víctimas atrapadas en una tragedia cotidiana que, muy probablemente, les marcará de por vida perpetuando su pobreza generación tras generación. Nunca admitirá que no tiene sentido abrir todos los telediarios con el secuestro de un niño mientras se invisibiliza a otros dos millones de víctimas infantiles.
Habiendo una investigación policial en curso, ya se está haciendo todo lo posible por solucionar ese problema. Pero las autoridades no hacen nada por acabar con el hambre infantil en España. Implicaría tocar el bolsillo de sus patrocinadores. Por eso se actúa como si no existieran. Porque si se analizara el problema a fondo, descubriríamos a sus verdugos.
Y es mucho más fácil proyectar la atención sobre un asesino aislado, repitiendo machaconamente que el principal problema de España es garantizar que no salga jamás de la carcel. Mientras tanto, no pensaremos en los responsables de las millones de tragedias cotidianas que provoca el subdesarrollo al que nos están condenando. No pensaremos en los miles de millones de euros que cada año quedan en los bolsillos de las grandes fortunas debido al fraude fiscal y a los exiguos impuestos que les establece el Gobierno. Y no pensaremos en que ese fraude fiscal es culpa exclusiva del Gobierno que se niega a combatirlo implementando las medidas que los técnicos de Hacienda le reclaman una y otra vez www.gestha.es/index.php?seccion=actualidad&num=464
Visto lo complicado que es verificar si algún medio pertenece a AMI; Aquí dejo la lista actualizada y ordenada alfabéticamente:
ABC
Agencia EFE
Ara.cat
AS
Canarias7
Cinco Días
Córdoba
Deia
Diari de Girona
Diari de Tarragona
Diari de Terrassa
Diario de Almería
Diario de Ávila
Diario de Burgos
Diario de Cádiz
Diario de Ibiza
Diario de Jerez
Diario de León
Diario de Mallorca
Diario de Navarra
Diario de Noticias
Diario de Pontevedra
Diario de Sevilla
Diario del Alto Aragón
Diario Jaen
Diario Noticias de Álava
Diario Palentino
DKISS
El Comercio
El Correo
El Correo de Andalucía
El Día de Córdoba
El Diario Montañés
El Diario Vasco
El Economista
El Mundo
El Mundo Deportivo
El Norte de Castilla
El País
El Periódico
El Periódico de Aragón
El Periódico de Extremadura
El Progreso
Europa Press
Europa Sur
Expansión
Faro de Vigo
Forbes
Granada Hoy
Heraldo de Aragón
Heraldo de Soria
Hit FM
Hoy
Huelva Información
Ideal
Información
Kiss FM
L’Officiel
La Gaceta de Salamanca
La Nueva España
La Opinión A Coruña
La Opinión de Málaga
La Opinión de Murcia
La Opinión de Tenerife
La Opinión de Zamora
La Provincia
La Razón
La Rioja
La Tribuna de Albacete
La Tribuna de Ciudad Real
La Tribuna de Toledo
La Vanguardia
La Verdad
La Voz de Almería
La Voz de Galicia
Las Provincias
Levante – EVC
Majorca Daily Bulletin
Málaga Hoy
Man on the Moon
Marca
Mediterráneo
Menorca
Noticias de Gipuzkoa
Regió7
Robb Report
Sport
Super Deporte
Sur
T Magazine Spain
Tapas
Última Hora
Espero que os sea de utilidad, yo cada vez que voy a la pagina ami.info me vuelvo loco buscando.
Una particularidad muy interesante de menéame es la imposibilidad de cambiar el sentido de voto. Esta característica junto con el algoritmo del karma son los pilares sobre los que se sustenta el sitio.
Creo que se debe y se puede aprovechar aún más esta característica y usarla para mejorar la calidad de la portada.
Con el modelo actual se da pie a que un pequeño conjunto de votos pueda manipular o tumbar noticias con relativa facilidad. Lo que aquí propongo son dos pequeños cambios tanto a nivel estético como de algoritmo, cuya implementación puede ayudar a diluir la influencia de posibles intereses particulares en la publicación de noticias.
1- Ocultar los votos antes de votar
La manera más intuitiva para evitar condicionar el sentido del voto es imperdir ver la dirección que están tomando los votos de una noticia antes de votar.
Por supuesto esto implicaría eliminar el banner de advertencia sobre los negativos, que básicamente decide el destino de la noticia en base a los 4 ó 5 primeros negativos. Lo que no resulta muy proporcional, teniendo en cuenta que una noticia en portada puede recibir entre 500 y 5000 clicks y más de 100 meneos.
Una vez votada, la información de los votos, negativos y karma se muestra al usuario.
Esta medida evita que un usuario se vea influenciado a votar negativo una noticia a sabiendas de que será tumbada por los negativos que lleva, ya que el karma recompensa por ello.
En la imagen se ve un ejemplo del antes y el después.


2 - Ponderación de los negativos.
Este aspecto implica modificar ligeramente el cálculo del karma, así que entiendo que puede generar más recelo, pero aquí dejo la sugerencia.
Si vemos una noticia con 4 votos de spam, 4 votos de cansina o 4 votos de duplicada, podemos asegurar al 90% que esa noticia es spam, cansina o duplicada. Pero si vemos una noticia con un irrelevante, un spam, un errónea y un sensacionalista, podemos asegurar al 90% de seguridad que trata un tema controvertido. Para evitar una suerte de censura, los negativos que responden a un criterio personal (como en este caso) deberían pesar la mitad. A medida que los negativos se repitan, van ganando peso a la hora de calcular el karma. Esto es, 3 negativos iguales restarían más que 5 o 6 negativos variados.
De esta manera se evita que el voto negativo poco razonado tenga un impacto decisivo en la publicación de una noticia. La idea es concentrar el debate únicamente en la sección de comentarios y que el usuario no se beneficie del uso de los negativos para remarcar una tendencia propia.
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No me parecen cambios muy arriesgados y creo que sería interesante darles una oportunidad para ver como responde el sitio.
Un saludo.
Y ahora que he vuelto de fiesta, y me he quitado el sombrero que sólo me pongo una vez al año, me da por reflexionar y busco un camino menos trillado que el balance anual.
Mi pensamiento va hoy hacia toda esa gente que tiene mi misma edad, o una poca menos, y que ha ido capeando el temporal de estas crisis a fuerza de pequeñas o grandes renuncias. Ya no hablo de los que tuvieron que marcharse al extranjero, o los que tuvieron que cambiar de profesión, sino de los que se sienten relativamente bien con su vida y su trabajo. Y hasta de mí mismo, si no me pongo muy exquisito en las delimitaciones.
Y el caso es que creo que en nuestra generación, o en nuestra generaciones, porque son varias, hay demasiadas personas con corazones como bolsos cerrados, gente que en vez de gastar la vida la lleva usureramente hasta la muerte, y allí la entrega toda de un golpe.
¿Desvarío? No creo. ¿He bebido? No tanto como para perder el tiento de lo que escribo.
Lo que pretendo decir es que cada día conozco más personas que se preocupan más por su salud que por su vida, que corren para estar sanos pero son incapaces de estar alegres, que el principal fin de sus fines es vivir más años, pero no disfrutan de nada, no se arriesgan a nada, no miran de frente ningún deseo, ni reconocen otra aspiración que estar más seguros, vivir más años y cobrar mejor jubilación.
Y así, de año en año, empujan su vida, trasvasándola de un calendario a otro como el que todos los días cambia de garrafa el vino que no se bebe, como el avaro que entierra las monedas y las desentierra por el placer de contarlas, pero sin intención de convertirlas nunca en un caballo, una mujer o una juerga.
Así, de año en año, siguen a nuestro lado haciéndolo todo un poco más borroso, como si fuesen ellos, más que el tiempo, los que nos hacen envejecer. Y quizás sea así. vete a saber...
Ojalá sepamos gastar hasta el último céntimo de este año nuevo que nos regalan.
Sobre la Gran Pirámide de Keops dice la Wikipedia:
"Se estima que fue construida con unos 2,3 millones de bloques de piedra,cuyo peso medio es de dos toneladas y media por bloque, aunque hay algunos de ellos que llegan a pesar hasta sesenta toneladas. Originalmente estaba recubierta por unos 27 000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno."
Luego, citando a Herodoto, afirma:
"En cuanto a la pirámide, se gastaron en su construcción veinte años"
De momento, parece una cosa enorme que se hace en mucho tiempo. Correcto.
Pero espera... Veinte años son 60 minutos X 24 Horas X 365 días X 20 años= 10.512.000 minutos.
Pero la mitad de ese tiempo, son horas nocturnas. Nos quedan 5.256.000 minutos diurnos.
El 2% de los días, llueve. Lo uso para dejarlo en 5.000.000. Trabajando doce horas diarias. Sin descanso para el bocata.
El 10% de los días, no se trabaja. Festivos. Boda del faraón. Ceremonia de Apis. Yo qué sé. En todas las civilizaciones es más o menos lo mismo. Nos quedan 4.500.000 minutos.
Así que tenemos 2,3 millones de piedras de dos toneladas, y 4,5 millones de minutos... ¿Y nos creemos, así, por las buenas, que ponían una piedra cada dos minutos? Sin hacer las cuentas no hay problema, pero una vez hecha, ni de coña.
Y no es que la pirámide la hicieran los marcianos, pero lo mismo hay que pensar que Herodoto, o el sacerdote que se lo contó, se le deslizó un cero y tardaron doscientos años en hacerla...
Pues con el coche eléctrico, la fabricación de baterías, la energía que consumen y el modo de implementar la infraestructura necesaria, me temo que pasa lo mismo: que si se hacen las cuentas, se puede hacer, pero no en los plazos que dicen. No de aquí al 2030. Ni al 2040.
Tenemos motor de combustión para mucho, muchísimo rato.
Su gran error fue elegir esa especialidad.
Hace tiempo que lo sabe. Tantos años, que ya ni siquiera recuerda por qué tomó esa decisión. Y, ahora, simplemente se deja llevar.
―Me ha salido una mancha en el escroto ―le dice un paciente.
―Ajá... ―dice él, sin que se le escape una mueca.
―Es una mancha roja bastante grande ―insiste.
―Esas cosas pueden pasar ―contesta él, sin inmutarse. En un tono tan apático que parece que no ha dicho nada.
Porque, ahora, él siempre habla así. Y se comporta siempre con esa apatía y languidez. Como si la vida fuera un mero trámite. Y eso que, de joven, fue una persona muy activa. Tenía otro espíritu, otra vitalidad. Aún conservaba intactas todas sus ilusiones. Pero de eso ya hace muchos años.
―La verdad es que estoy bastante asustado ―le dice el paciente.
―Bueno. Lo más normal es que se trate de algo dérmico. De la piel...
―¿Se lo enseño?
Pero él sabe que no puede ceder. Y no le hace caso.
―Es por culpa del calor ―le responde―. Le recetaré una crema hidratante.
―Pero es que sólo me ha salido en un huevo ―protesta el paciente.
Silencio.
―Y tiene una forma muy rara ―vuelve a insistir―. No sé cómo describírsela sin enseñársela.
Y el pobre doctor baja la cabeza resignado, consciente de que lo han derrotado otra vez.
Coge unos guantes, se los coloca lentamente y se levanta de su asiento con toda la desgana del universo.
―Veamos... ―dice.
Y el otro se baja los pantalones para mostrarle los genitales. Y él tiene que tocarle el escroto para apartarle los huevos y poder observar la marca roja que le ha provocado la rozadura. Antes de regresar cabizbajo a su mesa para anotarle el nombre de la crema hidratante que le iba a recetar.
Y así transcurre toda la jornada. Entre escrotos y penes. Mirándolos, tocándolos, palpándolos. O, peor aún, introduciendo su dedo en anos ajenos.
Y, cuando acaba la consulta, recoge pausadamente sus cosas y sale de vuelta a su casa. Caminando también cabizbajo. También, lánguidamente. Como si la vida fuera un mero trámite. Intentando recordar por qué eligió esa especialidad.
(Francisco Tedick)
Algunos arquitectos de los buenos creen que antes de trazar los caminos y viales de una urbanización o de un conjunto, cono un Campus Universitario o un parque recreativo, se debe dejar un tiempo para que la gente trace con sus pasos sus propios senderos. Curiosamente, estos casi nunca son rectos y, curiosamente, generan una red muy difícil de superar en eficiencia.
Nosotros no siempre sabemos por qué la gente va por dónde va, pero ellos sí lo saben. E incluso cuando tampoco lo saben, tienen en realidad sus motivos. Nosotros creemos haber estudiado la eficiencia y la conveniencia de todos, pero basamos nuestras conclusiones, demasiado a menudo, en nuestros propios intereses y prejuicios. Por eso la libertad se fundamenta en la observación, o debería basarse.
Este método, a la postre tan eficiente, debería extender, en mi opinión, a la generación de leyes. Podemos hacer todos los juicios de valor que estimemos oportunos, pero si de veras creemos en una sociedad más abierta, deberíamos hacer que las leyes siguieran los senderos trazados por lo que la población ya hace, lo que desea hacer, y lo que considera aceptable.
Claro está que hay que grabar las externalidades (esa manía tan liberal de privatizar los beneficios y socializar los costes), pero fijar caminos rectos porque sí, determinar puntos de paso obligatorios y levantar barreras innecesarias porque nuestra religión política, nuestra ética, o nuestras creencias nos lo exigen, no es construir un parque mejor ni una sociedad mejor.
Os pongo dos ejemplos enfrentados. ¿La gente fuma marihuana? ¿Conoce sus efectos? ¿No convierte a los demás en fumadores pasivos ni en ahumados involuntarios? Pues no debe estar prohibidos ni su venta ni su consumo. ¿La gente va de putas? ¿es un intercambio entre personas adultas y sin coacciones? pues que cada cual venda su mente, sus manos, su pene o su vagina como mejor entiendan.
El problema está siempre en las coacciones. Y en aprovechar el poder, cualquier poder, para imponer sus valores morales al resto. Y es tan sencillo como aprender de quienes observan los senderos que espontáneamente se forman en el césped.
Si VOX fuese fascista, amigos, sería un partido mucho más peligroso.
Esa es mi convicción después de dos campañas electorales y de ver lo que ha sucedido al final en todo los ámbitos.
Si VOX fuese un partido fascista, creo que no bajaría, en la España de hoy, del 15% de voto, y eso sería para echarse a temblar. Pero VOX no va por ahí predicando justicia social, ni promete hacer un millón de viviendas, ni propone un empleo público para todo el que no lo tenga, ni propone nacionalizaciones de sectores estratégicos, ni un enorme plan de infraestructuras que reanime la economía, ni hacer llegar de nuevo el tren hasta el último rincón de España.
Esa es la clase de cosas que proponen los fascistas clásicos, unidas, desde luego a sus mierdas autoritarias, racistas, xenófobas y totalitarias. Pero ojo: unidas se manera inseparable.
Pero VOX no es un partido fascista: es ultraderecha liberal, esa ultraderecha del ahí te jodas si eres pobre, del segregar a los críos en las escuelas según su renta mientras un fascista los segregaría según sus notas, del bajar impuestos a los ricos, poner peajes en las carreteras y dar por culo a los trabajadores (en vez de aprobar un Fuero del Trabajo que nos hace babear hoy de envidia)
Si VOX fuera un partido fascista, nos comeríamos sus porquerías antes mencionadas y algunos hasta las darían por buenas a cambio del fortísimo sesgo social del fascismo clásico.
Pero no lo son, porque el fascismo es militarista y estos no tienen alma de soldados, sino de mercenarios.
Pero no lo son, porque el fascismo es cosa de matones y estos tienen alma de carteristas.
Ni con los chalados tenemos suerte.
Lo bueno que tiene la agenda de las reivindicaciones es que resulta totalmente previsible. Cuando un movimiento se agota, o empieza a resultar aburrido, se le pone un palo (método español) o se mezcla con otro de los antiguos en busca de un nuevo caladero de "me gusta", retwits, y subvenciones.
Aunque en las redacciones de los periódicos circula ya una porra sobre cual será el nuevo mantra, y las opciones son muchas, yo apuesto por el ecofeminismo. Si eso es algo o nada, si se ajusta a alguna definición o habrá que inventar una narrativa completa, es lo de menos. Lo que importa es contar con una temática en torno a la que poder reunir a la tropa propia para hacerla aparecer en las bases de las próximas convocatorias de fondos públicos.
El ecofeminismo, creo yo, irá de atacar a la figura masculina que demanda coches de alta potencia, al conductor de quads, mayoritariamente masculino, al futbolero (aún no sé por qué, pero me enteraré), y al viajero irredento que nos atiborra de CO2 para poder alcanzar puntos remotos del planeta. El análisis pasará por enterarse primero de qué es lo que les gusta a los hombres, qué hay de masculino en la conducta capitalista, y demonizarlo. Unas veces con razón, otras sin ella, y otras sin pensarlo mucho, porque la cosa no va de argumentos, sino de facciones. No se trata de ideas, sino de cuñas.
Si a todo esto se puede unir, y se puede, algún tipo de aderezo anticapitalista, entonces tendremos articulado un movimiento, y poco después, porque también se puede, se articulará algún tipo de reacción por parte de sus detractores, que los calificarán como partido del coño verde, o similar.
Porque lo que importa es que siga la fiesta en torno a chorradas, alejando del debate los temas importantes.
El problema de esta idea, y que puede arruinarme la apuesta, es que son preferentemente mujeres las que exigen la calefacción bien alta. Me muero de curiosidad por saber cómo van a combinar ecofeminismo y calefacción.
Pero algo se les ocurrirá...
Hablábamos hoy en otro hilo de que el suicidio es a día de hoy la principal causa de muerte no natural, muy por encima de accidentes, homicidios, etc, y discutíamos si la raíz de este mal se encuentra en enfermedades mentales, soledad o problemas sociales y económicos.
Cada cual, según su opinión y su experiencia, opinaba que una causa estaba por delante de las otras, pero muchos coincidían en señalar el abandono social,y los problemas económicos como causa más habitual: gente que lo pierde todo, se ve en la miseria, y prefiere acabar con su propia vida antes de pasear por la vergüenza y el sufrimiento de la mendicidad y la miseria.
Para los problemas psicológicos y la soledad no conozco soluciones, pero para los problemas socioeconómicos, conocía hace años una solución que, por extraña y anacrónica, no deja de ser funcional.
Sé que os sonará a chiste a unos cuantos, pero quiero contarla por si ayuda a alguien. Y lo cierto es que, con que ayude a una sola persona a evitar el suicidio, daré por amortizado, de un golpe, mi paso por Menéame.
El caso que conozco fue el de un hombre, hace menos de diez años. No diré ni fecha, ni lugar, ni detallaré mas circunstancias que el hecho de que primero quebró su empresa, luego su mujer lo dejó y, por distintas razones, acabó en la calle. En la puta calle.
Tras un corto recorrido por albergues y demás entidades de caridad, un día intentó suicidarse y lo salvaron por poco. Tampoco merecen aquí la pena los detalles.
Y luego alguien le habló de un monasterio donde sólo quedaban cinco frailes y estaban desesperados pro salvar su comunidad. Un sitio en el quinto pino, con su huerta, sus pequeñas artesanías, sus maitines, vísperas y completas. Una comunidad monástica agonizante, pero viva aún.
Y esta persona lo pensó, habló con alguien de la orden, y se mostró interesado a unirse a la comunidad en calidad de novicio, si tenían a bien aceptarlo. Ofrecía sus manos, la voluntad de empezar otra vida y la determinación de cumplir con los tres votos. El de pobreza no le iba a costar una mierda cumplirlo. El de castidad, tampoco y el de obediencia lo estaba aprendiendo al dedillo en las instituciones de benficencia. No tenía antecedentes y hubo incluso quién habló a su favor.
¿Y sabéis qué pasó? Que se hizo fraile. Que existen aún sitios donde quien quiere vivir con una azada , retirado del mundo, tiene un sitio. da igual si es hombre o mujer, si sabe hacer muchas cosas pocas: los conventos aún existen y necesitan gente para no desaparecer.
No son, desde luego, el sitio más animado del mundo, pero no estamos hablando de una solución maravillosa, sino de una salida para alguien que está pensando en quitarse la vida. Y esa salida, funciona.
La persona de la que hablo estuvo allí varios años y luego, por razones diversas, dio otra orientación a su vida. Una ayuda, una pequeña herencia, una reconciliación con los hijos... Lo que fuese.
El caso es que a día de hoy sigue pendiente de si hay que retejar el portal del monasterio, porque si no lo hago yo quién lo va a hacer, de si hay que comprar semillas para el huerto o de si hay que hacer esto o lo otro. Ha rehecho, mal que bien, su vida pero no pierde hilo de lo que pasa intramuros. Porque allí está su gente.
Trabajó mucho, encontró sosiego, se vio a sí mismo, incrédulo, cantado en latín y capeó el temporal.
Si tiene feo es ateo, ni se lo he preguntado. Y algo me dice que los frailes tampoco insistieron mucho en el tema.
Parece una salida absurda, pero es real. Conviene tenerla en cuenta.
La pandemia del coronavirus no se va a limitar a una conmoción sanitaria. Va a exhumar las vigas maestras de la ética subterránea en cada sociedad, sus rasgos culturales profundos.
En el huracán informativo sobre el asunto me parece curiosa la poca atención prestada a la poiítica que ha decidido adoptar Boris Johnson, quien rechaza medidas drásticas que lesionen gravemente la economia y asume estoicamente que “muchos vamos a perder en las próximas semanas y meses a nuestros seres queridos”. Citando a La Vanguardia, “El plan, según los especialistas, responde a la resignación de que el gobierno en el fondo no va a poder hacer nada para frenar el coronavirus, que un número muy considerable de muertes (incluso decenas de miles) es inevitable, y que por tanto es mejor intentar proteger la economía de cara a quienes sobrevivan. Desde el punto de vista médico, la teoría es que cuantas más personas se contaminen ahora, un mayor porcentaje del país desarrollará inmunidad para una potencial segunda oleada de la epidemia en el otoño o invierno próximos.”(1)
Sea cierto o no el vaticinio de la inmunidad de la segunda oleada, la elección es clara entre la economía y la vida de los más enfermos, pobres, viejos.
A los educados en la cultura de raices católicas en la que toda vida es sagrada, este pragmatismo anglosajón, empapado de darwinismo social nos resulta repelente, pero no hay sorpresa, es un fondo que comparten tanto Gran Bretaña como en cierta extensión , Estados Unidos.
Para Trump, el coronavirus va a suponer un desafio mucho mayor que cualquier guerra comercial o de ocupación. EEUU es un pais empapado de darwinismo social , en el que la virtud personal se mide en exito económico y los losers, los perdedores tienen lo que se han buscado. Las grandes dificultades de Obama para implantar una sanidad universal no solo tienen que ver con las presiones del poderoso lobby de las empresas que comercian con la salud, se apoyan en la extendida mentalidad de que cada uno tiene lo que se merece segun su esfuerzo personal, y que el estado no tiene por qué regalar nada a quien no se ha ayudado a sí mismo con una profesión ( lo más importante en la cultura americana) que le permita pagarse su seguro sanitario propio.
una sociedad de estas caracteristicas es, lo sabemos, tremendamente competitiva en condiciones normales. De hecho , su tasa de crecimiento económico es consistentemente mayor que la de paises con mayor gasto social, pero está inerme ante crisis que implican respuestas comunitarias globales, democraticas, universales.
De hecho la primera reacción de Trump fué triunfalista “ somos el mejor pais del mundo, no vamos a tener problemas”. Proyectó el mal hacia fuera, calificó el virus de “enfermedad extranjera” y cerró los vuelos a Europa...menos a Gran Bretaña. Como si la enfermedad no estuviera ya extendiéndose en las islas. El mensaje sin embargo se atiene su marco ideológico: la Europa comunitaria es extraña a nosotros, y hay que seguir desgajando el Reino Unido de su órbita. La política geoestratégica trumpiana aplicada al coronavirus. Porque esta crisis plantea para todos la difícil elección entre economía y vida humanas, y para Johnson y Trump si les fuera posible elegir sin grandes costes, lo harían sin dudar por lo primero. La tradición cultural de sus sociedades les da cierto margen de maniobra. Será preciso algo más, ocultación , manipulación, busqueda de chivos expiatorios extranjeros, todo el despliegue de músculo ficcional que ya han demostrado ser capaces de desplegar en los medios y redes. ¿será suficiente? veremos. Quizá todo dependa de un dato frío y simple. La mortalidad real de la infección, ¿se puede permitir el Reino Unido 100.000 muertes más esta primavera? ¿se puede permitir EEUU cientos de miles de muertos de los más pobres, enfermos , desvalidos? Quizá sean , como sociedad, capaces de soportarlo. O no, pronto lo sabremos. El pragmatismo darwinista de las élites políticas se enfrentará al impacto de la lucha política y a la pluralidad cultural de la sociedad americana, Si el capitalismo neoliberal americano fracasa, los cambios políticos y culturales que se desencadenarán pueden dar son mucho más profundos de lo que se puede pensar ahora. Y Trump se está jugando la reelección en ello.
Nosotros, por nuestra parte, también hemos elegido. Tarde, seguramente, porque nuestros dirigentes eran perfectamente conscientes de que la elección por las vidas de muchos sacrificaba la reina del tablero, la economía, por un periodo indefinido e incognoscible. Las preguntas, sin embargo , se amontonan ¿qué habría pasado si esta epidemia hubiera sucedido hace 20 o 30 años? ¿se habria detectado?¿ o habria sido interpretada más allá de una campaña de gripe particularmente dura? ¿tenia el gobierno alternativa ante una oposición política dispuesta a utilizar esto, como cualquier otro suceso, sin escrúpulos ni frenos? ¿es la sociedad española una dispuesta a asumir 20, 30 50 mil muertos más este año por encima de las tasas de mortalidad habitual, como parece asumir Boris Johnson para los británicos? el cálculo del gobierno, seguramente acertado, es que la respuesta es no. La sociedad español , atada profundamente a sus raices católicas y de comunidad, tiene un fuerte sentido familiar que no toleraria cualquier respuesta darwinista, cínica.
Pero el medidor , el dato crucial , insisto es el de la tasa de mortalidad. Es el que nos pondría los pies en el suelo en terreno más firme, menos imaginario, cultural, el que nos permitiría aquilatar si estamos ante un fenómeno que justifica la alarma o está habiendo una sobrerreación digna de libros de historia futuros.
Y entre el 0,25 de tasa de mortalidad en Alemania y un 6 por ciento en Italia, el margen es tan brutal que nos desconcierta. ¿hay algo que hace Alemania que no sepamos hacer nosotros? Es una cuestión de recursos, de detección temprana, de capacidad de reacción, es evidente. Pero también seguramente nuestro sistema sanitario estragado por recortes y privatizaciones encubiertas no estaba en situación de soportar sorpresas de estas dimensiones, tan explosivas.
Al final, mas allá de los hechos fisicos, de los muertos contables, de la capacidad de duplicación del coronavirus, las consecuencias de esta crisis serán politicas, y graves. Si la letalidad es tal que pone contra las cuerdas el neoliberalismo cultural anglosajón esta crisis acelerará la incipiente decadencia americana, y moverá los cimientos de su cultura inconsciente. Si ellos tienen éxito con su laisse faire sanitario , la Europa comunitaria habrá dado un paso más hacia su fracaso, y muy posiblemente hacia la disolución de la Unión Europea. La sociedad española, ( equivocada o no, sobrerreacionando por razones políticas y culturales o no en su respuesta al virus ) y posiblemente la italiana no soportarán que el norte nuevamente les deje en la estacada ante la grave crisis económica que se barrunta.
Malditos sean los tiempos interesantes.
menéame