La sombra de Rafa y Roger ha sido siempre muy alargada para Djokovic, quizás porque llegó algo tarde a la fiesta que habían montado el español y el suizo un lustro antes, con duelos tan apasionantes y recordados como aquella final de Wimbledon en 2008. El caso es que 'Nole', que ganó su primer Grande en Australia en 2008, tardó tres años en repetir fortuna en el torneo de Melbourne. Para entonces, Federer sumaba ya 16 'Grand Slams' y Nadal, nueve. Lógico que en esos momentos no hubiera hueco para un tercer invitado.