Hace 11 años | Por Belinchon a economia.elpais.com
Publicado hace 11 años por Belinchon a economia.elpais.com

"Hay unanimidad en los motivos que han llevado a la desaparición del sistema financiero valenciano: una gestión deficiente traducida en una irresponsable concentración de riesgo en el sector inmobiliario, que fue generalizada en España, pero alcanzó el paroxismo en el caso valenciano Si de cada 100 euros de crédito el sistema bancario español concedió 59 a la suma del sector inmobiliario, construcción y compra de viviendas (hipotecas), las cajas dieron 68, en datos de 2010".

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1) BURBUJA DE CREDITO: explosión de la demanda de crédito (a pesar del bajísimo ahorro)
- Bajos tipos de interes por parte del monopolístico y politizado Banco Central Europeo (o la Reserva Federal en EE.UU.)
- Inflación, fruto de un artificial tipo de cambio elegido peseta/euro.
- Cajas de ahorro. politizadas (y sindicalizadas):se lanzaron con frenesí a prestar sin el análisis de riesgos propio de una empresa privada
- Modelo hipotecario temerario (milagro de los panes y los peces), permitia adquirir prestamos abultadísimos.
- Falta de determinación demostrada por el gobernador para exigir a las entidades sometidas a la supervisión del Banco de España el rigor en la asunción de riesgos exigible a gestores de recursos ajenos.

2) BURBUJA DE IMMOBILIARIA
- en 2006 se iniciaron 850.000 viviendas, más que Alemania o Francia juntas.
- Los ingresos tributarios de las administraciones se disparan gracias a los impuestos hipotecarios y de la construcción.
- Entre la ciudadanía impera la creencia de que la "la vivienda nunca baja". Las autoridades no dudan en asegurar que eso es así.
- Se constata una gran ignorancia financiera de muchos ciudadanos (que firman grandes hipotecas avalados con sueldos bajos).
- Se desata la fiebre especuladora entre los ciudadanos (el ladrillo es el camino para hacer fortuna) y en las instituciones bancarias que conceden hipotecas con un altísimo riesgo.
- Corrupción generalizada en las administraciones públicas locales (para construir hacen falta maletines bajo la mesa). Los partidos políticos se dan de tortas por las concejalias de urbanismo.
- En 2006 Miguel Sebastián, jefe de la Oficina Económica de Presidencia, asegura que España puede asumir hasta 200.000 inmigrantes cada año y alcanzar los 66 millones de habitantes.
- Miles de jóvenes dejan los estudios para dedicarse al ladrillo y el cemento rápido.

3) BURBUJA ESTATISTA (gasto público)
- La castuza era adicta al chorro de dinero que la burbuja inmobiliaria suponía (ingresos tributarios) como lo es un yonqui al crack o a la heroína. Les permite al mismo tiempo mantener cifras de empleo aceptables, no tocar los impuestos ni las pensiones, y satisfacer las demandas electoralistas.
- Los ingresos tributarios son el equivalente a ganar la "loteria" año tras año. No es una riqueza sostenible.
- Con esa lotería o riqueza "asegurada", los gobiernos pueden gastar el 95% y todavía jactarse de que tener las "cuentas saneada" con un "superávit" del 10%. (ej. te toca la lotería y te gastas 900.000 eur en un palacete y un yate. Puedes presumir de que ese año "has ahorrado 100.000eur").
- Las administraciones públicas se lanzan a encontrar maneras creativas de gastar (¿invertir?) ese dinero: proyectos culturales, polígonos, e infraestructuras de dudosa viabilidad pero que cuentan con el visto bueno.
- Con el dinero fácil se descuida la competitividad y la innovación.
- Tras el inicio de la Crisis Crediticia, las administraciones se ven privadas de los ingresos citados, viéndose al mismo tiempo con inmensos gastos fijos que no paran de aumentar, y grandes deudas a pagar con sus respectivos intereses.
- Idos los ingresos inmobiliarios, ida la presunta solvencia de las administraciones. La prima de riesgo se dispara, pues pocos quieren prestar dinero a quien (por ineptitud) es sinónimo de irresponsabilidad y RIESGO.
- El sistema bancario sufre enormes pérdidas. Sin embargo por miedo a un efecto dominó desastroso los políticos les salvan la papeleta.

En definitiva, a los Señores Deudales el dinerito de nuestras hipotecas y los impuestos les permitían ir de amos ricos y generosos, vivir como reyes enseñoreados en la cúspide de montañas de dinero, y satisfacer las demandas clientelistas del pueblo en general y de sus paniaguados en particular. A la hora de arreglar lo inarreglable (un sistema vampirizante, clientelista, y podrido) continuan con su estrategia intervencionista, quitando dinero a unos para darselo a otros, ordeñando y esquilando al rebaño, negando la ayuda a los más vulnerables.