Has conocido a una chica supersimpática, cariñosa, agradable, inteligente, guapa… vamos, el tipo de mujer que a ti te gusta. La quieres para ti, quieres seducirla y como se trata de una chica dulce, recurres a tu dulzura propia. Intentas ser atento con ella, charlar con ella, si tiene algún problema estar a su lado para ayudarla… Y cuando crees que estás haciendo las cosas cojonudamente bien… has caído en la Friendzone. Analizaremos este fenómeno desde un punto de vista subjetivo.
Comentarios
¿Qué clase de gilipollez es ésta? ¿A quién le gusta la gente dependiente, sin personalidad? Este artículo suena a lamento del típico moñas, ya sólo el hecho de llegar a las conclusiones que expone demuestra a qué grupo pertenece...
- Hola, soy un tipo débil y necesito a alguien tan guay como tú para poder ser feliz.
¿De verdad alguien se sentiría atraído por esta propuesta?
Muy sujetivo, eso sí.
Yo lo he leído hasta la mitad y me ha aburrido. No quita que no tenga cierta razón, pero es que en el párrafo que dice "que los ingenieros de informática tienen un sentido del humor especial sin llegar a ser megafrikis" me han dado ganas de vomitar.
#1 Es que el conceto es el conceto.
Bueno, lo que te pasa a tí es lo que nos ha pasado a muchos. Te estás trabajando la tía con lo mejor de ti y no te comes una rosca, llega un "guaperas" por la mañana y por la tarde ya se la ha ligado.
Es una putada pero eso pasa.
No puedo entrar a leerlo porque el antivirus me lo bloquea, y no es coña.
De todas formas y basándonos en la entradilla, igual es que el "macarrilla" está bueno y tú no. Parece que a las tías se nos tiene que conquistar siempre haciendo de peluchito y no sabemos apreciar un buen culo.