Mientras se acerca el 29-S, os voy a contar una historia de cuando niño. Mi hámster no conoció el hambre ni el frío, y jamás temió por su vida, que fue particularmente larga. Murió en una jaula relativamente mayor que aquella donde nació, disfrutando de épocas de limpieza y dedicación, alternadas con etapas de ponzoña y dejadez. Programado en su instinto, el hámster sólo pensaba en correr y huir hacia un lugar mejor, fuera de esa prisión en la que apenas cabía su libertad.
Comentarios
Que Hámster tan suertudo.
Yo por mi jaula pago una barbaridad al mes...
La rueda es el opio del pueblo que diría Marx, antes la religión y ahora la tele, ¿no?
Más humanos. Rueda de modelo clásico. en la última foto, me parto
Afortunado hamster. Al menos su rueda funciona...
Lo que no sabía el hamster es que el que le mantenía encerrado en esa jaula tambien estaba encerrado en otra jaula, pero en vez de rueda tenia otras cosas (una hipoteca, un trabajo mal pagado...) que evitaban que pudiese escapar.
Todos tenemos nuestra particular jaula y nuestra rueda. Solo un poco más grande, no creais que mucho más, y que a pesar de mantener siempre imperiosamente las ganas de huir, nunca acabamos haciendolo.
No sé quien en realidad es más libre: si el que quiere pero no puede escapar, o el que pudiendolo hacer no lo hace por algún miedo.
Bueno, explico la metáfora porque alguno no la ha pillado. Se trata de que la huelga es la rueda. No sirve para nada y te va a mantener en el mismo sitio pero al menos crees que estás persiguiendo algo.
#6 No se si lo dices por mi, pero si lo haces te agradezco que lo resumas.
Aunque no tiene mucho de nuevo: es lo que ocurre cuando vas a votar; no sirve para nada, van a gobernarte los mismos de siempre... pero al menos crees que estás decidiendo algo. Entonces las elecciones en democracia tambien son una rueda.
¿Me equivoco?
#7 Sastamente
Aunque haya paralalelismo, no se puede comparar un humano a un hammster, por el momento.