Hace 11 años | Por gokurako a jmgallego.wordpress.com
Publicado hace 11 años por gokurako a jmgallego.wordpress.com

A las siete y media de la mañana del 12 de junio de 1962 uno de los guardias de la prisión se acercó a una celda. El preso que la ocupaba no se había despertado. Extrañado, el guardia introdujo su porra entre los barrotes y dio un ligero toque en la cabeza que sobresalía de entre las sábanas con la intención de despertarlo. Al instante, la cabeza cayó rodando al suelo.

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