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#4:
Quizás no sean muchos los lectores que recuerden el escándalo que levantó a comienzos de los años ochenta del siglo pasado la película Rocío. Un documental realizado por Fernando Ruiz Vergara que tiene el triste honor de figurar entre las obras censuradas por orden judicial. Su proyección en los cines se vio interrumpida por la denuncia que una familia de Almonte (Huelva), municipio donde se celebra la romería que da nombre al filme, interpuso contra el director, la guionista y la persona que describía cómo y quienes ejercieron la represión golpista en 1936. El resultado fue la condena del realizador, su salida del país y la mutilación de la película en más de un minuto. Corte que si bien en un principio era sustituido por un cartelón en el que, con fondo negro se indicaba la supresión de las imágenes, a medida que pasó el tiempo fue también eliminado. De esta forma, la censura alcanzaba, como las tropas del general Franco, sus últimos objetivos: no dejar constancia siquiera de su existencia.
Ahora, con el resurgir de lo que se denomina la “recuperación de la memoria histórica”, no sólo se exhuman fosas, a pesar del evidente desagrado de la administración, sea socialista o popular, o se tratan cuestiones, como la existencia del trabajo esclavo en la España franquista, tal como en la Alemania nazi. También reaparecen vestigios de esa memoria olvidada de la Transición. Es el caso de Rocío. Una película que vio rota su exitosa trayectoria de público y que es símbolo tanto de lo que en esos años se llamaba el “nuevo cine andaluz” como de los límites de la monarquía parlamentaria que ha sucedido de la dictadura. Tras el escándalo, el secuestro, el juicio y la condena el filme desapareció de la cartelera y sólo en contadas ocasiones ha sido visto en alguna emisión televisiva o en circuitos especializados. Como hace unas semanas ha ocurrido en unas Jornadas celebradas, precisamente en Huelva, por la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Proyección que no tuvo lugar sin que los organizadores tuvieran que soportar todo tipo de presiones de sectores integristas que veían en ella un ataque al culto y veneración de la imagen de la virgen del Rocío.
Rocío es una obra en la que se aprecian las formas y el contexto del momento en el que se rodó. Como tampoco se puede olvidar que su condena se produjo bajo la influencia del golpe militar de febrero de 1981. Junto a las explicaciones antropológicas de un joven Isidoro Moreno, hoy cátedro universitario de la disciplina, aparece la impagable intervención de quien fue alcalde de Sevilla y también cátedro universitario Antonio Hernández Díaz dando toda una lección de cómo se mutilaban las imágenes a conveniencia de las necesidades devocionales. Además es una película histórica. En el sentido de que explica de forma clara y concisa no sólo el origen del culto sino también la evolución de la romería que tanto auge ha tenido durante estas últimas décadas. Pero sobre todo es una obra que plantea una serie de interrogantes. Un par de ellos. Uno, el destino de los enormes flujos monetarios que mueve y su incidencia en la vida de los habitantes de Almonte. Otro, su utilización para afianzar el sistema clasista capitalista.
En cualquier caso es una película que todavía hoy emociona y sorprende. No deja indiferente. Ni siquiera en el lamentable estado en que se proyectó. De un lado es un ejemplo heroico de las dificultades en las que se movieron los movimientos de recuperación de la memoria de esos años. De otro, sobre todo, es una muestra de la necesidad de empezar a “recuperar” la memoria de la Transición española. Hoy todavía es posible, dentro de unas décadas pasarán a engrosar la lista de las banderas a levantar para poner en su sitio las explicaciones oficiales que otorgan un papel cardinal a las actitudes visionarias de unos dirigentes políticos en pizarras escolares francesas o a la heroicidad de un rey. No hay que olvidar que cinco lustros más tarde la proyección de Rocío se realizó con la copia censurada y la presencia vigilante de abogados.
* Crítica realizada por Germinal
Ahora, con el resurgir de lo que se denomina la “recuperación de la memoria histórica”, no sólo se exhuman fosas, a pesar del evidente desagrado de la administración, sea socialista o popular, o se tratan cuestiones, como la existencia del trabajo esclavo en la España franquista, tal como en la Alemania nazi. También reaparecen vestigios de esa memoria olvidada de la Transición. Es el caso de Rocío. Una película que vio rota su exitosa trayectoria de público y que es símbolo tanto de lo que en esos años se llamaba el “nuevo cine andaluz” como de los límites de la monarquía parlamentaria que ha sucedido de la dictadura. Tras el escándalo, el secuestro, el juicio y la condena el filme desapareció de la cartelera y sólo en contadas ocasiones ha sido visto en alguna emisión televisiva o en circuitos especializados. Como hace unas semanas ha ocurrido en unas Jornadas celebradas, precisamente en Huelva, por la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Proyección que no tuvo lugar sin que los organizadores tuvieran que soportar todo tipo de presiones de sectores integristas que veían en ella un ataque al culto y veneración de la imagen de la virgen del Rocío.
Rocío es una obra en la que se aprecian las formas y el contexto del momento en el que se rodó. Como tampoco se puede olvidar que su condena se produjo bajo la influencia del golpe militar de febrero de 1981. Junto a las explicaciones antropológicas de un joven Isidoro Moreno, hoy cátedro universitario de la disciplina, aparece la impagable intervención de quien fue alcalde de Sevilla y también cátedro universitario Antonio Hernández Díaz dando toda una lección de cómo se mutilaban las imágenes a conveniencia de las necesidades devocionales. Además es una película histórica. En el sentido de que explica de forma clara y concisa no sólo el origen del culto sino también la evolución de la romería que tanto auge ha tenido durante estas últimas décadas. Pero sobre todo es una obra que plantea una serie de interrogantes. Un par de ellos. Uno, el destino de los enormes flujos monetarios que mueve y su incidencia en la vida de los habitantes de Almonte. Otro, su utilización para afianzar el sistema clasista capitalista.
En cualquier caso es una película que todavía hoy emociona y sorprende. No deja indiferente. Ni siquiera en el lamentable estado en que se proyectó. De un lado es un ejemplo heroico de las dificultades en las que se movieron los movimientos de recuperación de la memoria de esos años. De otro, sobre todo, es una muestra de la necesidad de empezar a “recuperar” la memoria de la Transición española. Hoy todavía es posible, dentro de unas décadas pasarán a engrosar la lista de las banderas a levantar para poner en su sitio las explicaciones oficiales que otorgan un papel cardinal a las actitudes visionarias de unos dirigentes políticos en pizarras escolares francesas o a la heroicidad de un rey. No hay que olvidar que cinco lustros más tarde la proyección de Rocío se realizó con la copia censurada y la presencia vigilante de abogados.
* Crítica realizada por Germinal
#9:
El rocío es una vergüenza para Andalucía. Destrozar doñana, hincharse de farlopa, de alcohol y de follar y luego decir que es para venerar a la Virgen. Es un esperpento donde se pasea lo peor de los señoritos y los ignorantes andaluces.
#13:
Yo lo dije el otro día @0.
En Menéame parece que las generalizaciones son de puta madre y aceptables en ciertos temas si, por ejemplo, es para darles a la Iglesia en las narices.
Y no estoy de acuerdo con la Iglesia ni con muchas de sus prácticas, pero no me parece bien generalizar a todo el mundo comportamientos parciales.
Es que luego nos quejamos cuando hacen generalizaciones que nos tocan a nosotros y no se puede ser hipócritas y admitir algunas sí y otras no.
Es decir, mucha gente va allí simplemente porque cree en algo que vale, no tenemos por qué aceptarlo, pero leyendo en Menéame las noticias relacionadas de la última semana parece que todo el mundo va a matar caballos a meterse coca ni a nada, y a pegarle a la gente para cogerse a un palio.
Ahora, que por ser un rollo religioso quieran adscribir a todo el mundo ese tipo de comportamientos o de fanatismo integrista pues oye, me parece de lo más hipócrita.
Yo como ateo no entiendo a esta gente, pero no me parece bien, repito, generalizar sobre todo el colectivo comportamientos particulares.
En Menéame parece que las generalizaciones son de puta madre y aceptables en ciertos temas si, por ejemplo, es para darles a la Iglesia en las narices.
Y no estoy de acuerdo con la Iglesia ni con muchas de sus prácticas, pero no me parece bien generalizar a todo el mundo comportamientos parciales.
Es que luego nos quejamos cuando hacen generalizaciones que nos tocan a nosotros y no se puede ser hipócritas y admitir algunas sí y otras no.
Es decir, mucha gente va allí simplemente porque cree en algo que vale, no tenemos por qué aceptarlo, pero leyendo en Menéame las noticias relacionadas de la última semana parece que todo el mundo va a matar caballos a meterse coca ni a nada, y a pegarle a la gente para cogerse a un palio.
Ahora, que por ser un rollo religioso quieran adscribir a todo el mundo ese tipo de comportamientos o de fanatismo integrista pues oye, me parece de lo más hipócrita.
Yo como ateo no entiendo a esta gente, pero no me parece bien, repito, generalizar sobre todo el colectivo comportamientos particulares.
#2:
Todo los años que veo, ya desde la televisión, el salto a la reja me dio cuenta de lo estúpido del fanatismo religioso.
La de ostias que se dan entre ellos los Almonteños (como no lo sean, te manta ahí mismo, antes de que tengas h. de tocar a la virgen) para saltar a la reja a un tronco de madera ampuloso.
Ya ves, Cristo, María y la religión son amor.
También está claro los grupos de poder que intoxican todo. El Rocío no lo es menos.
La de ostias que se dan entre ellos los Almonteños (como no lo sean, te manta ahí mismo, antes de que tengas h. de tocar a la virgen) para saltar a la reja a un tronco de madera ampuloso.
Ya ves, Cristo, María y la religión son amor.
También está claro los grupos de poder que intoxican todo. El Rocío no lo es menos.
Comentarios
Quizás no sean muchos los lectores que recuerden el escándalo que levantó a comienzos de los años ochenta del siglo pasado la película Rocío. Un documental realizado por Fernando Ruiz Vergara que tiene el triste honor de figurar entre las obras censuradas por orden judicial. Su proyección en los cines se vio interrumpida por la denuncia que una familia de Almonte (Huelva), municipio donde se celebra la romería que da nombre al filme, interpuso contra el director, la guionista y la persona que describía cómo y quienes ejercieron la represión golpista en 1936. El resultado fue la condena del realizador, su salida del país y la mutilación de la película en más de un minuto. Corte que si bien en un principio era sustituido por un cartelón en el que, con fondo negro se indicaba la supresión de las imágenes, a medida que pasó el tiempo fue también eliminado. De esta forma, la censura alcanzaba, como las tropas del general Franco, sus últimos objetivos: no dejar constancia siquiera de su existencia.
Ahora, con el resurgir de lo que se denomina la “recuperación de la memoria histórica”, no sólo se exhuman fosas, a pesar del evidente desagrado de la administración, sea socialista o popular, o se tratan cuestiones, como la existencia del trabajo esclavo en la España franquista, tal como en la Alemania nazi. También reaparecen vestigios de esa memoria olvidada de la Transición. Es el caso de Rocío. Una película que vio rota su exitosa trayectoria de público y que es símbolo tanto de lo que en esos años se llamaba el “nuevo cine andaluz” como de los límites de la monarquía parlamentaria que ha sucedido de la dictadura. Tras el escándalo, el secuestro, el juicio y la condena el filme desapareció de la cartelera y sólo en contadas ocasiones ha sido visto en alguna emisión televisiva o en circuitos especializados. Como hace unas semanas ha ocurrido en unas Jornadas celebradas, precisamente en Huelva, por la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia. Proyección que no tuvo lugar sin que los organizadores tuvieran que soportar todo tipo de presiones de sectores integristas que veían en ella un ataque al culto y veneración de la imagen de la virgen del Rocío.
Rocío es una obra en la que se aprecian las formas y el contexto del momento en el que se rodó. Como tampoco se puede olvidar que su condena se produjo bajo la influencia del golpe militar de febrero de 1981. Junto a las explicaciones antropológicas de un joven Isidoro Moreno, hoy cátedro universitario de la disciplina, aparece la impagable intervención de quien fue alcalde de Sevilla y también cátedro universitario Antonio Hernández Díaz dando toda una lección de cómo se mutilaban las imágenes a conveniencia de las necesidades devocionales. Además es una película histórica. En el sentido de que explica de forma clara y concisa no sólo el origen del culto sino también la evolución de la romería que tanto auge ha tenido durante estas últimas décadas. Pero sobre todo es una obra que plantea una serie de interrogantes. Un par de ellos. Uno, el destino de los enormes flujos monetarios que mueve y su incidencia en la vida de los habitantes de Almonte. Otro, su utilización para afianzar el sistema clasista capitalista.
En cualquier caso es una película que todavía hoy emociona y sorprende. No deja indiferente. Ni siquiera en el lamentable estado en que se proyectó. De un lado es un ejemplo heroico de las dificultades en las que se movieron los movimientos de recuperación de la memoria de esos años. De otro, sobre todo, es una muestra de la necesidad de empezar a “recuperar” la memoria de la Transición española. Hoy todavía es posible, dentro de unas décadas pasarán a engrosar la lista de las banderas a levantar para poner en su sitio las explicaciones oficiales que otorgan un papel cardinal a las actitudes visionarias de unos dirigentes políticos en pizarras escolares francesas o a la heroicidad de un rey. No hay que olvidar que cinco lustros más tarde la proyección de Rocío se realizó con la copia censurada y la presencia vigilante de abogados.
* Crítica realizada por Germinal
El rocío es una vergüenza para Andalucía. Destrozar doñana, hincharse de farlopa, de alcohol y de follar y luego decir que es para venerar a la Virgen. Es un esperpento donde se pasea lo peor de los señoritos y los ignorantes andaluces.
#9 te voto positivo, pero lo de follar lo veo bien.
#10 Igual que la "Virgen de la Cabeza" sólo que en lugar de ser en Doñana es en el cerro del Cabezo, en Úbeda(Jaén). Es un espectáculo vergonzoso.
Si a las celebraciones religiosas les quitasen el componente "fiesta", fijo que no iba ni Dios.
#9 Si señor, así es; si le añadimos laa semana santa, el corpus y la navidad tenemos el año "completito" para hacer de hipócritas creyentes;soy andaluz, y cada vez que veo a esa muchedumbre "enloquecida" con sus iconos me dan ganas de esconderme.
Yo lo dije el otro día @0.
En Menéame parece que las generalizaciones son de puta madre y aceptables en ciertos temas si, por ejemplo, es para darles a la Iglesia en las narices.
Y no estoy de acuerdo con la Iglesia ni con muchas de sus prácticas, pero no me parece bien generalizar a todo el mundo comportamientos parciales.
Es que luego nos quejamos cuando hacen generalizaciones que nos tocan a nosotros y no se puede ser hipócritas y admitir algunas sí y otras no.
Es decir, mucha gente va allí simplemente porque cree en algo que vale, no tenemos por qué aceptarlo, pero leyendo en Menéame las noticias relacionadas de la última semana parece que todo el mundo va a matar caballos a meterse coca ni a nada, y a pegarle a la gente para cogerse a un palio.
Ahora, que por ser un rollo religioso quieran adscribir a todo el mundo ese tipo de comportamientos o de fanatismo integrista pues oye, me parece de lo más hipócrita.
Yo como ateo no entiendo a esta gente, pero no me parece bien, repito, generalizar sobre todo el colectivo comportamientos particulares.
La yihad rociera lo llamaba un colega
Lo que ocurre en el rocío es una vergüenza para todos los andaluces.
Fdo: Un adaluz.
Todo los años que veo, ya desde la televisión, el salto a la reja me dio cuenta de lo estúpido del fanatismo religioso.
La de ostias que se dan entre ellos los Almonteños (como no lo sean, te manta ahí mismo, antes de que tengas h. de tocar a la virgen) para saltar a la reja a un tronco de madera ampuloso.
Ya ves, Cristo, María y la religión son amor.
También está claro los grupos de poder que intoxican todo. El Rocío no lo es menos.
#2
Probablemente buena parte de los que van alegremente a eso del salto de la reja, y de paso llevan a sus hijos y los lanzan y zarandean, luego hablen del fanatismo irracional de los musulmanes que hagan esas peregrinaciones multitudinarias que a veces acaban en avalanchas.
#5 Hombre, entre saltar la verja como un loco, y practicar la ablación, ponerse un cinturón de explosivos, obligar a tu mujer a llevar burka o defender públicamente que se apalee a la parienta si no quiere fiesta...
#7 Entre todas esas, ninguna.
#7 Vales para político, chaval
#7
Estaria bien que me dijeras en que parte de mi comentario hago referencia a todo eso que tu has dicho.
Por lo general, yo procuro establecer comparaciones lógicas, y estaba comparando peregrinaciones de un signo y de otro:
http://www.publico.es/028533/millones/musulmanes/congregan/meca/peregrinacion/anual
Pero si quieres nos ponemos gores, no pasa nada:
http://www.escapadores.com/wp-content/uploads/2009/03/picaos.jpg
http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/noticias/200904/09/fotos/2490124.jpg
http://www.eluniversal.com.mx/notas/590105.html
#5, #7, #20
Bueno, supongo que efectivamente el integrismo católico y el integrismo musulman son iguales, perfectamente equiparables en fondos y formas.
Pare evidente por la reacción al comentario #7.
Con respecto a querer poner los ejemplos de fanatismo musulmán que yo he puesto, con los picaos y la salvajada de los filipinos, por cierto rechazada por la iglesia, pues eso que sí, que supongo que todo es lo mismo.
Ante la evidencia de la votación tendréis razón y yo seré un picajoso que me la pillo con papel de fumar.
Y se supone que el dios católico aborrece la idolatría.
NO se si alguien ha visto aunque sea un poco el vídeo, yo lo he ojeado y dicen verdades como puños, sobre todo desde el punto de vista antropológico, y no me extraña que lo censuraran en aquella época (y en esta si pudieran). Desde reconocer que es una festividad de gente con poder adquisitivo mayoritariamente, hasta el simbolismo fálico del caballo
Pero lo que más me ha impresionado es la pobre virgen, que originalmente llevaba un niño y que ha sido, literalmente, reventada a machetazos para luego poder colocarle el vestido y las joyas.
La comparación del video con el vandalismo me ha parecido perfecta, dicen que si un gamberro se hubiera dedicado a destrozarla por diversión no habría llegado a tales extremos, pero que como es para venerarla está bien.
Lo único malo del video es que en muchas partes es lento y puede llegar a ser aburrido, al estilo años 80. Hoy en día cualquier producto audiovisiual tiene un poco más de acción.
#27 Desde reconocer que es una festividad de gente con poder adquisitivo mayoritariamente, hasta el simbolismo fálico del caballo
Alguien dijo que el Rocio es una fiesta de señoritos. Y otro alguien contestó "vale, pues es una fiesta de millon/millón y medio de señoritos".
#33 En el documental se explica por qué era una fiesta de señoritos. Actualmente, como muchas otras fiestas "religiosas", se apunta todo tipo de gente, incluidos no creyentes, que simplemente van buscando la juerga.
Yo lo que no entiendo es cómo se le puede llamar "aldea del Rocío" a un poblachón de 1604 habitantes con un urbanismo ortogonal propio de cualquier ciudad (http://tinyurl.com/32qee8l) y unos servicios que no tienen muchas de nuestras villas históricas. El Rocío de aldea no tiene nada y no entiendo la manía de que se le siga llamando así. Me parece casi tan patético como el fanatismo de muchos de sus devotos (http://tinyurl.com/2wh76yn), la hipocresía de la mayoría (http://tinyurl.com/3228uqh) o la "humildad" con que está vestida la virgen (http://tinyurl.com/38pyxzy)....
#15 fíjate, en en esa foto con con gente en primer plano que tú llamas hipócritas yo lo que veo a gente tratando de pasárselo bien. No entiendo que seas capaz de menospreciar a estos cuando tú mismo escribes cosas como >> Cuatro goles de Messi meten al Barça en Semifinales/c195#c-195
Me lo apunto para verlo este fin de semana.
Desde luego que la peli es viejuna, sale el logotipo antiguo de TVE2
#3 Mi logo favorito, el video debe ser de 1989-90
En mi localidad hay una romería de la Virgen de Aguas Santas que le da mil vueltas al Rocio en todo y por todo. Sólo en antigüedad supera con creces a la de Almonte y no hay ese fanatismo.
La imagen data del sigo VII, es mencionada por Alfonos X el Sabio y su romería es la más antigua después de la Virgen de la Cabeza, en Jaen.
http://wikanda.sevillapedia.es/wiki/Romer%C3%ADa_de_Nuestra_Se%C3%B1ora_de_Aguas_Santas_%28Villaverde_del_R%C3%ADo%29
http://www.virgendeaguassantas.com/
La película no tiene desperdicio. Síntesis de la España eterna. Con sus curas, sus supersticiones, sus señores feudales, su miseria, su fanatismo, caínismo...
deberían quemar la virgen en honor a los caballos caídos en el rocío y no volver celebrar otra fiesta para que mueran animales de esa forma
Es normal el fervor que muestra mucha gente en las manifestaciones públicas: al final y al cabo, somos un país de conversos donde hay que mostrar, ante todo el mundo, que nosotros somos los más decentes, los más ricos, los más cristianos... para que no nos apunten con el dedo. Así fue durante la expulsión de los moriscos y los judíos, durante la guerra civil y la represión franquista (el final de 'La lengua de las mariposas' es un gran ejemplo) o durante las romerías como esta o la semana santa de muchos sitios, no solo de Andalucía.
La pena es que hay mucha gente en Andalucía que está en el extremo opuesto del pensamiento y la conciencia ciudadana y los medios de comunicación siguen machacando la idea del andaluz capillita, devoto y rociero. Una pena.
Pues yo soy de Huelva, fui al rocio una vez hace unos 22 años por ahi, lo mejor que pase fue el camino en autobus con todos los baches que habia por alli. No lo quiero ni en pintura (semana santa tampoco, aunque por esta al menos me dan algun dia de vacaciones). Para mi el rocio es gente borracha en el campo. Una vez por la TV salio una mujer diciendo que preferia comer en el rocio jamon y estar ahi de invitaciones y demas farra al igual que el resto y pasar todo el año restante comiendo mortadela... y asi es, mucha gente que no tiene apenas dinero luego se pegan 1 semana por todo lo alto para endeudarse mas aun. Ademas me cortan calles para que salgan las carretas...
Saludos a todos.
En el País Vasco el documental se titulará "Escartxa"
http://www.instantrimshot.com
Deduzco que esta es la versión censurada porque según El Rocío: además de alcohólicos, asesinos franquistas
El Rocío: además de alcohólicos, asesinos franquis...
publico.es¿Alguien sabe dónde conseguir la versión original?
#48 Creo que sí, porque he visto cortes. Por ejemplo en 42:40.
En la mula está el avi.
El documental es serio, pero tiene momentos bastante lol
Cuánto sectarismo, catetismo y borrachismo. Por no contar lo retrógrados que son.
A mi me parece que está lleno de complejos y anticlericalismo, que lo único que trata de resaltar de la fiesta es eso, que procura dar de ella una imagen de absoluta falta de espontaneidad y de elitismo, y usa la escusa de la fiesta para darle un repaso a la iglesía desde los romanos. Lo mejor es eso de "el caballo es un símbolo fálico".
¿Y que dicen los rocieros a todo esto?
"Alcooohol, alcooohol, alcooohol, alcooohol, alcohoooool, hemos venido a emborracharnos y el resultado nos da iguaaaal".
#50 Sevillanas rocieras supongo
anda que si no fuera por la fiesta ésta ni la mitad de las sevillanas serían conocidas (nada más que hablarían de la feria de sevilla o del amor...)
La virgen del Rocío es un tío
Yo a mí personalmente ni fu ni fa aunque siempre me ha parecido una excusa para tomarse unas vacaciones. Los chavales de mi colegio y de mi pueblo perdían una semana de escuela al ir a la peregrinación. Aparte lo de la hondanada de ostias que se pegan los que están con la virgen y los demás por querer tocarla porque los almonteños son protectores de ella y esas cosas, vamos como los guardias de seguridad pero más rústicos.
Aparte para felicitar a las que se llaman así cada año es un mundo ya que cambian de día según el pentecostés. Y mi profe también va allí porque es de Almnonte y todos los años sale dando la misa
#11 Hondonadas de hostias se decía en Torrente, creo. El resto nos tenemos que contentar con andanadas.
Por mi parte, que dinamiten el Rocío.
#14 En Torrente no, en Airbag ...
#18 Reconozco mi desconocimiento de la alta cultura española.
Acabo de caer en que El Rocío es también un pueblo. Yo me limito a querer dinamitar la ermita/templo.
#28 si te refieres a lo que hay alrededor del templo es la "aldea", ahi casi todas las casas son casas de hermandades filiales
#14 si bueno me queria referir a que se daban ostias a tutiplen por el trono ese cogerlo y tocarlo y todas esas cosas... aquí empalmaron San Isidro con El Rocío, un día en medio de pausa y vuelta
Señores, pero lo más importante es que el Rocío une a las personas!
Sé de famosos que pasan el día fumando porros con gente muy anónima. Un compañero de mi clase, sin ir más lejos, estuvo con un jugador de fútbol más bien conocido. Y eso es lo que importa, ¡el espíritu!
Juas...
#42 (o eso espero)
Es que los andaluces somos unos vándalos, salvajes, incultos y fanáticos. El resto de España es supercivilizada. Para muestra unos videos:
Firmado: un andaluz que se siente muy orgulloso de su cultura, fiestas y tradiciones.
#23 En los videos, de los que por cierto estuve en Vitoria y Pamplona, se ven fiestas populares en las ciudades, no en un parque natural. Y todas salvo San Fermín, son paganas. Que no quiero decir que no nos guste la fiesta, pero hay cosas que averguenzan.
#23 Y tú más.
)
(me ha llegado al alma el vídeo de los castellers... igualito al Rocío, vamos
#29 Y tú mas no, pero cansa leer siempre la misma falta de respeto y la mala leche que tienen algunos con Andalucía y sus fiestas. Nunca he ido a la romería del Rocío, no me interesa esa fiesta, aunque si he estado en la aldea. Pero lo que si te puedo decir a ti y a los demás es que en Andalucía vivimos las fiestas de una manera especial, donde se mezclan religiosidad popular, fiesta, tradición, folkclore, arte, sociología. Por eso me toca los huevos la crítica facilona, irrespetuosa e ignorante de muchos. ¿Qué los almonteños son unos fanáticos que se pegan para sacar a la virgen? ¿Y qué pasa con los pamplonicas y foráneos que se juegan el pellejo en los San Fermines? ¿O los valencianos que se gastan una pasta y muchas horas de trabajo para hacer los ninots que después se queman? ¿O los castellets catalanes donde los niños se juegan su integridad física? ¿O la Tomatina donde se desperdician miles de toneladas de un alimento? Pero siempre tiráis a matar con Andalucía, que si el Rocío, que si el PER, la Semana Santa, la mafia en Marbella. Joder, que el resto de España no es el país de las maravillas.
Firmado: un andaluz que cada vez que insultan a su tierra se siente más orgulloso de ella.
#34 orgulloso o no de Andalucía parece que note viste el vídeo.
Pdta: lo mejor que puedes hacer es hacer una pedagogía positiva de "tu tierra".
#23 Hay fiestas y hay fiestas en Andalucía, unas son más entretenidas y saludables y otras no tienen nombre.
Fdo. un andaluz que se siente orgulloso de las fiestas que valen.
En otra noticia sobre el Rocío puse los mismos enlaces que en #23 , aquí me fríen a negativos y en aquella noticia me votaron positivo. Esto no hay quien lo entienda.