Hace 5 años | Por MKitus a ejercitos.org
Publicado hace 5 años por MKitus a ejercitos.org

Decía Brzezinski, al final del siglo XX, en su obra El Gran Tablero Mundial – en la época de la unipolaridad – que el objetivo geoestratégico de Estados Unidos era impedir que se estableciera un poder rival en Eurasia que dominara todo el continente. En este momento, el tándem China-Rusia tiene muchas posibilidades de controlar gran parte del continente euroasiático.

Comentarios

D

#3 Eso va en opiniones (y muy dispares), en especial lo de las armas; es cierto que USA produce armamento de alta tecnología pero muchas veces la alta tecnología no funciona bien en las condiciones reales de una guerra, y un arma menos sofisticada sí lo hace. Rusia es especialista en hacer cosas funcionales con lo mínimo requerido que a veces se puede quedar corto, USA con lo máximo requerido que no siempre es más eficaz. Luego hay mucha propaganda de un lado y de otro, así que las cosas hay que mirarlas con cuidado.

D

En este momento, el tándem China-Rusia tiene muchas posibilidades de controlar gran parte del continente euroasiático.

Resulta curioso que los países que conforman la inmensa mayoría territorial y poblacional del continente euroasiático vayan a controlarlo, ¿qué se han creído?, ¿mandar en su casa? nanay

D

Esa unión es como juntar el hambre con las ganas de comer.

D

#1 la segunda economía mundial y líder tecnológico se alía con el mejor fabricante de armas del mundo que además posee las unas mayores reservas de materias primas del mundo y el mayor número de cabeza nucleares del mundo...
Claro claro, las ganas de comer y el hambre.

sergiobe

#2 Igual me equivoco, pero ¿no serían la mayor economía y el segundo mejor fabricante de armas?

omegapoint

#2 ahí le has dado, en las materias primas. Entre Rusia y China tienen reservas y territorio suficiente para ser autosuficientes.

tierras raras, metales, gas, industria, mano de obra abundante...

tienen muchas posibilidades por explotar.

Noeschachi

O como Europa va cerrándose la puerta a los muy necesarios recursos naturales rusos por seguir los contraproducentes intereses de EEUU. Que ese gas natural vital para soportar la transición energética postpetróleo la capitalice el motor industrial chino y no el alemán: un plan sin fisuras.