La puesta en marcha de los semáforos en la A-5 a finales de pasado mes de febrero por parte del Ayuntamiento de Madrid es uno de los temas que más está agitando esta recta final de la legislatura. PP y Cs apuestan por el soterramiento si gobiernan; el PSOE lo apoyaría con consenso. El Ayuntamiento de Madrid admite en el dossier del proyecto que cuando la medida esté implementada por completo (con semáforos en ambos sentidos) habrá 2.500 vehículos más parados (ahora circulan unos 125.000 al día), por lo que los atascos aumentarán un 350%.
#1 Mira, con deuda no será, porque los ayuntamientos tienen ahora imposibilitada esa vía, prácticamente.
Así que desde el PP diseñaran alguna operación de ingenieria presupuestario-financiera por la cual se endeuden durante no menos de 30 años y se camuflará como una gestión de servicio público, o una concesión o algo así, con lo que la operación además multiplicará sus costes y costará entre unas tres o unas diez veces más que si lo hiciera el Ayuntamiento directamente.
Ese desequilibrio lastrará las cuentas del ayuntamiento durante una buena década o dos, y habrá que recortar en otros grandes gastos, como limpieza y gasto social, o vender patrimonio público de especial necesidad.
Además el contrato, a pesar de ser a 20 o 30 años estará blindado, por lo que cualquier intento de rescatar el servicio será tan gravoso que no podrá afrontarlo ninguna corporación sin hundir el presupuesto de la legislatura (y eso si fuera jurídicamente viable)
Pero bueno, todo esto me lo estoy inventando según me viene. No es que haya pasado nunca antes...
Comentarios
Vuelven los macro proyectos faraónicos con endeudamiento perpetuo para los ciudadanos y volquetes de sobres para los promotores.
¿Y como lo van a pagar? ¡Ah!¡Si! Claro, como se hacía antes de Carmena. Con una deuda estratosférica.
#1 Mira, con deuda no será, porque los ayuntamientos tienen ahora imposibilitada esa vía, prácticamente.
Así que desde el PP diseñaran alguna operación de ingenieria presupuestario-financiera por la cual se endeuden durante no menos de 30 años y se camuflará como una gestión de servicio público, o una concesión o algo así, con lo que la operación además multiplicará sus costes y costará entre unas tres o unas diez veces más que si lo hiciera el Ayuntamiento directamente.
Ese desequilibrio lastrará las cuentas del ayuntamiento durante una buena década o dos, y habrá que recortar en otros grandes gastos, como limpieza y gasto social, o vender patrimonio público de especial necesidad.
Además el contrato, a pesar de ser a 20 o 30 años estará blindado, por lo que cualquier intento de rescatar el servicio será tan gravoso que no podrá afrontarlo ninguna corporación sin hundir el presupuesto de la legislatura (y eso si fuera jurídicamente viable)
Pero bueno, todo esto me lo estoy inventando según me viene. No es que haya pasado nunca antes...
Madrileños, a ver si miráis lo que votáis.