Hace 1 mes | Por Gaiden a publico.es
Publicado hace 1 mes por Gaiden a publico.es

"Del accidente de Supersubmarina no es posible aprender nada, porque las condiciones de los músicos siguen siendo igual de precarias". Adrián Díaz Bóveda, bajista de Novedades Carminha, no se anda con rodeos a la hora de responder a la pregunta planteada en el titular. "Los artistas que quieren tocar tienen que seguir echándose a la carretera y, si no tienen dinero para un hotel, deben regresar en coche después de los bolos, jugándose la vida. En esta historia no hay ninguna moraleja", zanja el director del Festival B.

Comentarios

f

#1 Creo que querías decir visibilizarlo.

johel

#2 No se si acaba de sonar bien, pero es lo que queria escribir.
Noticias como esta, donde dan la impresion de que solo un gremio concreto se juega la vida al volante, invisibilizan que el coche es necesario para trabajar e incluso obligatorio para ir y volver de trabajar en multitud de empleos.

Caravan_Palace

#1 y además dice: si no tienen dinero para un hotel, deben regresar en coche después de los bolos

Cosa que no tiene nada que ver con el accidente de ese grupo ,ellos mismos contaron que volvieron de madrugada porque al día siguiente eran las fiestas de su pueblo y no querían perderselas

kumo

Nino Bravo, Tino Casal, Cecilia... A ver, Supersubamarina es más reciente (y hablamos de hace 8 años ya) pero si había que aprender algo de músicos muertos en carretera (que no es su caso) creo que no era de ellos precisamente. O ya habría que haberlo hecho hace tiempo.

Pero es que sacan libro.

Torrezzno

#5 Jesús de la Rosa de Triana

p

#5 #6 De Los Ángeles murieron 2.

#5 a eso venía pero tú lo has dicho

Globo_chino

Que el indie ya no es lo que era, o algo así.

Zoidborg

No nos olvidemos de los miembros de Felpeyu:
Dos músicos del grupo de folk de Asturias 'Felpeyu', Carlos Redondo e Igor Medio, han perdido la vida en Zuya (Álava) tras salirse de la Autopista AP-68 la furgoneta en la que viajaban con otros seis componentes de la banda
https://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/24/espana/1151151741.html