Hace 1 año | Por kutto a diariomotor.com
Publicado hace 1 año por kutto a diariomotor.com

Durante años, Ferdinand Piëch estaba obsesionado con lanzar un superdeportivo o, mejor dicho, un hiperdeportivo. Quería demostrar que Volkswagen podía lanzar una bestia de altos vuelos, un caza-récords, un deportivo que nos dejase a todos sin palabras, que estuviera en boca de todos por haber demostrado la capacidad tecnológica y el desarrollo de la ingeniería alemana.

Comentarios

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Nunca tuvo lógica de ser un motor de superdeportivo. Tiene lógica en las berlinas y demás donde puedes meter la opción de 6L, V10, V12 de menos cilindrada o V6, V8 y W12 de más cilindrada en el mismo bastidor. En un superdeportivo que las opciones de motorización apenas existen más allá de la preparación es meter más peso y menos equilibrado.