Ya sea que te dediques a coleccionar libros o si simplemente deseas tener tu propia biblioteca en buenas condiciones en los años venideros, hay varias formas de almacenar y cuidar los libros para evitar que la encuadernación de desvanezca o que las páginas queden amarillas. Al cuidar de los libros prolongas su vida útil para que puedas pasarlos a tus hijos o a otros miembros de tu familia. Si bien es natural que se produzca algún grado de deterioro con el tiempo, manejar los libros con cuidado evita que el proceso progrese rápidamente.
Comentarios
Evita colocar los libros en lugares donde hay mucha humedad, como el sótano o el ático
Pues nada, los que vivimos en áticos estamos condenados a amarillear
#1 Eso no es por la humedad, eso es porque llevas años bebiéndote hasta el agua de los floreros y tu higado ya esta en las últimas
#1: Lo peor es que luego llega la #SGAE y te cobra derechos de autor por parecerte a Los Simpsons.
He leído libros desde que tengo uso de razón. Y aunque me costó bastante al principio, sin duda alguna, la mejor solución para desacerse de los probleemas de los libros de papel es ... deshacerse de los libros de papel.
Ventajas:
- Se gana en calidad del aire respirable. (Adiós a un foco potencial para la captación de humedad, polvo, ácaros, alérgenos, ...)
- Se gana una enorme cantidad de espacio. (Lo que antes ocupaba habitaciones enteras, ahora cabe en una tarjeta del tamaño de una uña, ... o en una 'nube' sin tamaño).
- Se ahorra tiempo vital. (Cuando antes se tardaban 'horas' o 'días' en encontrar citas o textos contretos [rebuscando a mano entre múltiples páginas, índices y volúmenes] ahora se tardan 'segundos' en 'ordenar' una búsqueda).
- Tu biblioteca te acompaña a todos lados (en tu bolsillo, en tu maletín, en tu 'nube').
Se que algunos puristas y frikis del papel estarán en desacuerdo, pero, ¿qué quieren que les diga?: con una buena tablet o e-reader decente un@ puede seguir teniendo acceso a toda la lectura que quiera o necesite, y a cambio ganar en espacio, tiempo, orden, limpieza, y en definitiva, en calidad de vida.
El libro de memorias "El tiempo amarillo" de Fernando Fernán-Gomez utiliza en su título como metáfora el amarilleamiento de los libros y las fotos aplicado al tiempo. Viene de unos versos de Miguel Hernández.