Este es un artículo que pongo porque respondí a otro artículo creado porFeindesland (este artículo: ¿Dar dinero a la gente? Sus más y sus menos ), yFeindesland me dice que le parece bueno mi comentario de respuesta y me ha pedido que lo ponga visible como artículo. Bueno, pues allá va (podéis leer previamente aquel artículo deFeindesland, y el contexto de mi comentario, para eso, para poneros un poco en contexto. Mi comentario es: ¿Dar dinero a la gente? Sus más y sus menos/c31#c-31 , pero vais a poder leerlo aquí mismo, en el presente artículo). A continuación me limito a copiar el comentario que le puse aFeindesland.
«Decidir que el dinero está mejor en manos de los ciudadanos no tiene por qué traducirse en regalar el dinero a los ciudadanos, y técnicamente "lo liberal" no es regalar el dinero a los ciudadanos, porque este "regalar dinero" puede implicar situaciones de injusticia, donde se quita riqueza a quienes trabajan y producen para regalársela a quienes no trabajan ni producen porque no les da la gana. Es decir, al regalar dinero, se puede estar motivando que una parte de lo producido por quienes producen se desvíe hacia quienes no producen, los cuales reciben así bienes sin ningún esfuerzo.
Regalar el dinero solo puede introducir cierta justicia si el Estado vigila y se asegura mucho de que quita ese dinero a quienes de hecho previamente lo consiguen sin trabajar, robando del esfuerzo ajeno (es decir, los ricos y capitalistas que ganan millones al mes sin hacer nada) y de que lo devuelve a los trabajadores que realmente produjeron esa riqueza y a los que esa riqueza les fue robada por los ricos y capitalistas.
Pero esto último, aparte de que en la práctica no va a ocurrir, significaría que se estaría combatiendo el capitalismo a través de la intervención directa del Estado, de manera que el Estado quita a los capitalistas la riqueza que los capitalistas roban a los trabajadores, y entonces devuelve esa riqueza a los trabajadores que realmente la produjeron, en forma de "dinero regalado" o prestaciones "regaladas". Es decir, se estaría combatiendo el capitalismo a través del Estado y su intervención directa, no a través del liberalismo económico y el libre mercado.
Lo ideal es que el capitalismo se combata con el liberalismo económico, no con la intervención directa del Estado. Es decir, si la profesión "ser Amancio Ortega" es tan rentable y te hace ganar tanto dinero, que la economía esté entonces configurada (por el Estado) para permitir que otras muchas personas puedan dedicarse a la profesión "ser Amancio Ortega", atraídas por los altos ingresos de Amancio Ortega, haciendo con ello competencia, libre mercado y liberalismo económico a Amancio Ortega, y de esta manera el número de "Amancios Ortegas" aumentaría en la economía y por tanto la profesión "Amancio Ortega" dejaría de ser tan rentable, se abarataría, y con ello Amancio Ortega dejaría de ser tan rico y dejaría de monopolizar tanta riqueza y capital, anticompetitivamente.
El problema es que los trabajadores de Amancio Ortega no pueden convertirse a la profesión "ser Amancio Ortega" para hacerle competencia y libre mercado a Amancio Ortega porque Amancio Ortega les ha robado sus ahorros que les permitiría formar las empresas o negocios con los que harían dicha competencia a Amancio Ortega. Así que el Estado tiene que configurar la economía de forma que los trabajadores tengan la posibilidad de convertirse a la profesión "Amancio Ortega" sin depender de los ahorros que Amancio Ortega les ha robado y monopoliza anticompetitivamente.
Y con esto llegamos a que la solución al problema conecta precisamente con el problema de partida, que la estrategia más adecuada no es que el Estado "regale" dinero a los ciudadanos.
Si el Estado "regala" el dinero a los ciudadanos, los ciudadanos podrán simplemente dedicarse a comprar bienes y servicios para su consumo, sin ningún aliciente para ser productivos.
Así que el planteamiento debe ser el siguiente: si el Estado estuviese ya dispuesto de todas formas a "regalar" el dinero, y por tanto a perderlo (pues un regalo no se recupera), entonces sería mucho mejor que el dinero no lo regalara, sino que LO PRESTARA a la gente.
Cuando a una persona le PRESTAN un dinero, esa persona lo tiene que devolver. Si esa persona compra cosas con ese dinero, entonces se queda sin el dinero (porque habrá usado el dinero para pagar). Por tanto, una vez que se ha quedado sin el dinero, y puesto que tiene que DEVOLVER el préstamo que le hicieron, tendrá que conseguir otra vez el dinero (más los intereses) de alguna forma. Esto obliga a dicha persona a vender bienes o servicios de sí misma, para poder conseguir el dinero para devolver el préstamo. Por tanto la persona habrá hecho un intercambio comercial: al principio, cuando recibió el préstamo, consiguió BIENES O SERVICIOS, que compró con el dinero del préstamo; y después, para conseguir el dinero para devolver el préstamo, vende u ofrece otros bienes o servicios.
Es decir, PRESTAR a la gente el dinero (en vez de "regalárselo") obliga a la gente a ser productiva, a tener que vender y ofrecer también bienes y servicios, sin limitarse solo a comprar y recibir bienes y servicios sin aportar nada a cambio (como haría si el dinero solo se lo "regalaran").
Típicamente el negocio consistiría en lo siguiente: el Estado presta a la persona un dinero; con ese dinero, esa persona compra bienes y servicios que le permitirán constituir un negocio o empresa; esos bienes y servicios adquiridos serán tomados por dicha persona como un input profesional, para el desarrollo de alguna profesión productiva; el producto final resultante, o output, será ofrecido y vendido por dicha persona en el mercado, a un precio mayor que le permita conseguir por toda su venta una cantidad de dinero MAYOR que la que recibió prestada del Estado. Con estos ingresos mayores conseguidos por esta persona a través de esta actividad productiva esta persona podrá hacer tres cosas: 1º) devolver el préstamo; 2º) devolver los intereses; y 3º) tener dinero para sí misma, para alimentarse, vestirse, tener asistencia médica, ahorrar para la vejez, etc...
De esta forma, al PRESTAR el Estado el dinero en vez de "regalarlo", el Estado estaría contrarrestando esa aberrante conducta de la banca privada de prestar el dinero solo a Amancio Ortega, porque es el rico que monopoliza toda la riqueza en sus manos, alimentando y perpetuando con ello el monopolio de la riqueza y el capitalismo, en detrimento de la competencia, del libre mercado, de las libres concurrencias y del liberalismo económico.
En suma:
- Si el Estado "regala" el dinero (en vez de prestarlo), el Estado estará combatiendo el capitalismo a través de una intervención directa Estatal (no a través del libre mercado, las libres concurrencias y el liberalismo económico). Y encima el dinero lo pierde (pues ha sido "regalado") y no promueve que quienes reciban el dinero realicen y contribuyan actividades productivas.
- Si el Estado PRESTA el dinero (en vez de "regalarlo"), el Estado estará combatiendo el capitalismo (es decir, el monopolio anticompetitivo del capital) a través del libre mercado, de las libres concurrencias y del liberalismo económico, pues estará obligando (y permitiendo) a quienes reciben prestado el dinero a crear negocios, empresas o actividades económicas o profesionales (para poder devolver el dinero), y esta creación de empresas, de negocios y de actividades profesionales o económicas en sí misma constituye un libre mercado, una libre concurrencia y un liberalismo económico. Y encima, el Estado recupera el dinero, pues solo lo ha prestado (no regalado). Por tanto los "Amancios Ortegas" no podrán echar en cara al Estado nada, pues el Estado no estará regalando nada: solo está prestando el dinero, y se le tiene que devolver, por lo que no está enriqueciendo ilícitamente a nadie»
(Nota posterior: el liberalismo económico se diseña para combatir el mal del capitalismo, igual que el comunismo, e igual que cualquier otro sistema económico. Hasta el punto de que se puede definir sistema económico como "sistema para combatir el capitalismo", y Ciencia económica como "Ciencia para combatir el capitalismo" -nada de "recursos escasos susceptibles de usos alternativos", etc, etc...-. Si vas de liberal pero vas defendiendo el capitalismo, es que no tienes ni pajolera idea de Economía, ni de liberalismo ni de capitalismo).
Comentarios
Tanto este como el otro artículo tienen algo tendencioso que se si tienes buen olfato sales corriendo.
Si es a las personas usan la palabra "regalar", que aunque la pongan entrecomillas ya tiene un significado despectivo en este contexto. Lo que decís con reglar es desperdiciar, tirar a la basura. Los que trabajan serán robados por unos holgazanes...
Me pregunto por qué no usáis una palabra más positiva, se me ocurre invertir. El Estado invierte en los ciudadanos dándoles dinero.
Si es a empresas, lo llamáis "invertir", si es a las personas lo llamáis "regalar" como sinónimo de tirar a la basura.
Después la palabra "prestar" en este contexto como algo positivo. ¿Por qué no usas la palabra correcta, crédito? Propones dar créditos, el mal de nuestra sociedades, endeudarse. Eso se llama crédito, no prestar. Se llama proponer a los ciudadanos que se endeuden con el Estado (y con los bancos también).
¿Más endeudamiento? ¿En serio?
¡Pero qué bonito es el liberalismo!
#6 "Me pregunto por qué no usáis una palabra más positiva, se me ocurre invertir."
Eso es lo importante, controlar el discurso para controlar el relato. Y de regalo, un hombre de paja contra el liberalismo.
PD: Invertir no es lo mismo que regalar. No sé, lo mismo la izquierda piensa que son sinónimos. Eso explicaría muchas cosas.
#8 #11 Gracias por la información, pero ya sé que invertir no significa regalar. Evidentemente he sido provocativo en mi respuesta, porque el artículo de arriba y el otro son tendenciosos y falaces.
Yo no escribo artículos manipuladores ni intento redefinir por enésima vez el liberalismo para acabar en la misma casilla, el capitalismo y el discurso implantado por el poder. Yo soy lector de John Locke (un liberal) y sé lo que es un "buen" liberalismo.
Pero en estos otros liberales si el Estado invierte en las empresas es bueno. A pesar de que muchas veces esas inversiones luego se van en subidas de sueldos desmesuradas en los comités de empresas, etc. Eso es un hecho.
De una idea que no se ha implantado como la RUB se da por hecho, recalco que sin haberla probado, que se tirará el dinero.
Ahí está la manera que tienen algunos de retorcer los términos para lo de siempre. Yo ni siquiera estoy a favor de la RUB, por lo menos no como se plantea muchas veces. Pero no me dejo engañar por estos artículos que desde el principio se ve que es una manipulación.
#12 ¿Provocativo? Chico, qué forma tan ridícula de recoger cable. Si es que tenéis un cacao impresionante en la cabeza, sólo hay que leeros.
Venga, que ahora vas a hablar de la RBU, para terminar diciendo que ni siquiera estás de acuerdo con ella.
Por cierto, lo de RUB no sé de dónde te lo has sacado, pero parece una marca de condones rusos.
#6 Si es a empresas, lo llamáis "invertir"
Invertir no tiene nada que ver con regalar dinero a las empresas, informate un poco.
#0 me preocupa que pensemos que las rentitas llevan a la inercia de sus beneficiarios o que éstos se van a comportar como simples correas de transmisión de las transacciones del mercado. Estamos metiendo ahí a la gente que se esfuerza en hacer cosas absolutamente inútiles, que no tienen valor en los mercados o que los consumidores odian (como por ejemplo un avión en el siglo XVI), y en cierta forma reemplazamos la producción socialista dirigida por los gustos de unos burócratas por la producción dirigida por los gustos de las masas, lo que lleva a que en mi pueblo sólo haya tiendas de ropa y calzado.
#0 Me sigue pareciendo un artículo interesante.
Me sumo a #4 cuando dice: "La gente va a pedir dinero y forma parte del trabajo del que se lo presta ver si el proyecto es viable y asumir el menor riesgo posible. Cualquier otra idea desemboca en impagos y ruina.
"
#5 "La gente va a pedir dinero y forma parte del trabajo del que se lo presta ver si el proyecto es viable y asumir el menor riesgo posible"
Ese trabajo no lo hace ni la actual banca privada. A la banca privada le da igual si tu proyecto es viable o no; el único trabajo que se molesta en hacer la banca privada es comprobar si eres lo suficientemente rico y si tienes el suficiente patrimonio para garantizar la devolución del préstamo. Si ya eres rico, la banca privada te financiará aunque tu proyecto de negocio sea una mierda. Con esto la banca privada financia solamente a los ricos que monopolizan anticompetitivamente el capital y la riqueza (es decir, financia solo a ese monopolio anticompetitivo del capital que llamamos capitalismo), impidiendo y destruyendo por ello la competencia, las dinámicas de libre concurrencia y libre mercado, y el liberalismo económico.
El trabajo de comprobar si el negocio al que se dedicará el dinero constituye o no una inversión rentable no lo hace un prestamista: el único trabajo de un prestamista es prestar dinero y recibir devuelto el dinero que presta, llevando la cuenta de lo que va prestando y lo que va recibiendo, y obligando si es necesario por la fuerza a devolver el dinero a quienes no lo devuelvan (por este último motivo el único prestamista posible es el Estado, porque el Estado es la única institución que tiene el monopolio de la fuerza y el poder de obligar a cumplir los contratos; los prestamistas privados carecen de esta facultad fundamental y por tanto no pueden desempeñar auténticamente la tarea de "prestamista"; los prestamistas privados tienen que basarse en el poder del Estado para obligar al cumplimiento de los contratos, y por tanto son meros prestamistas secundarios, condicionados, dependientes del Estado como el prestamista principal que posee la facultad de obligar por la fuerza a cumplir los contratos).
El trabajo de comprobar si el negocio al que se dedicará el dinero del préstamo constituye o no una inversión rentable, pues, no lo hace el prestamista, lo hace otro tipo de profesional: el economista.
Es el economista el especialista en tratar con ofertas y demandas, precios, equilibrios y desequilibrios de mercado, etc. Por tanto es el economista el especialista que elabora el informe o estudio de viabilidad para determinar si un negocio será rentable.
En el modelo que yo describía en el artículo inicial (en que el Estado presta el dinero a las personas), las personas tendrán, pues, que usar parte del dinero recibido del Estado en comprar el asesoramiento técnico especializado de un economista (o empresa de economistas) para así conocer en qué actividades económicas es en ese momento rentable invertir el dinero. La persona, por su parte, también tendrá que elegir entre esas actividades económicas según su propio talento y habilidad personal (libre mercado). Si la persona necesita formarse para la actividad económica en que decida invertir, entonces también tendrá que usar parte del dinero recibido prestado del Estado para pagar por recibir esa formación (parecido a un préstamo estudiantil), pues esa formación también será un input de la actividad profesional a desarrollar, como lo fue el informe comprado a los economistas.
Por simple lógica de mercado nadie invertirá en un negocio que no sea rentable (sabiendo que si no devuelve el préstamo al Estado el Estado le impondrá un duro castigo), y la profesión especializada en informar a la sociedad de qué negocios son rentables o no en cada determinado momento es la profesión de economista. Es, pues, el economista el que te dirá cómo de bien o de mal te irá económicamente, en términos de rentabilidad para poder devolver el préstamo al Estado, en las diferentes ramas de actividad de la economía, dado el momento y situación en que se encuentre la economía.
Yo de partida veo que no se considera que hay personas que realmente no pueden 'ser Amancio Ortega', porque en el momento que existen muchos desaparece el incentivo (competencia perfecta y beneficio nulo), pero es que además de la limitación cuantitativa de los más básicos principios de competencia, tenemos el problema de la desigualdad: aunque todos tuviéramos las mismas oportunidades económicas, no todos tenemos ni las mismas capacidades y habilidades, en muchas ocasiones por cuestiones genéticas, pero otras veces por diferencias formativas ligadas al entorno.
Veo mucho más justo y menos lesivo repartir dinero, pero introduciendo un elemento que das por imposible: controlar que el receptor haga o haya hecho por merecerlo (cursos formativos, compromiso laboral, empleo voluntario garantizado, experiencia previa, y hasta un sistema de puntos ligados a la conducta delictiva). Tan imposible, la verdad, no me parece, y así te garantizas que ningún jeta chupa del bote y que tienen fuertes incentivos para no delinquir, en forma de retirada de ayudas, más allá de las penas correspondientes.
#0 Una cosa: ¿cómo justificas que el estado deba pedir de vuelta intereses?
#9 El Estado puede entregar dinero a una persona por 2 conceptos:
1º) Como pago monetario que el Estado haga a esa persona para comprar bienes o servicios producidos y suministrados por dicha persona al Estado.
2º) Como préstamo.
En el primer caso el Estado recibe bienes o servicios, procedentes de la persona a la que compra y paga dichos bienes o servicios, a cambio del dinero pagado a esa persona. Pero en el segundo caso, el caso del préstamo, el Estado no recibe bienes ni servicios a cambio del dinero que presta, en el momento mismo en que se realiza el préstamo, sino que se forma una obligación, para la persona que recibe el préstamo, de devolver el préstamo en el futuro al Estado.
En el primer caso, en que el Estado recibe bienes o servicios a cambio del dinero que entrega, esos bienes o servicios quedan a disposición del Estado, y el Estado puede entonces venderlos a otras personas, haciendo posible así que funcionen los intercambios comerciales en la economía.
Pero en el segundo caso, el del préstamo, como el Estado no recibe bienes ni servicios a cambio del dinero que ha prestado, esos bienes no están disponibles, en las manos del Estado, para que el Estado pueda ponerlos en circulación vendiéndolos a otras personas, y por tanto el funcionamiento comercial de la economía se ve privado de esos bienes o servicios. Esta privación que sufre la economía en su funcionamiento debe ser resarcida o compensada de alguna forma, y esa forma es ponerle un interés al préstamo.
Si el Estado no le pone ningún interés al préstamo, la persona puede utilizar el dinero que ha recibido prestado del Estado para comprar bienes de otra persona o del Estado mismo. Al hacer esta compra, la persona tendrá en sus manos tanto los bienes comprados a la otra persona o al Estado, como los bienes propios que ya tenía de antemano y que podría ofrecer en intercambio, vendiéndolos a la otra persona o al Estado. Si esta última venta no la hace, o tarda mucho en hacerla, entonces la otra persona o el Estado estarán sufriendo la privación debida a los bienes que le vendieron a esa primera persona, sin que esa primera persona después les haya vendido a cambio otros bienes a esa otra persona o al Estado. El sufrimiento o sacrificio de esta privación debe compensarse con un interés que se le ponga al préstamo.
Así que, en definitiva, el interés incentiva que el flujo de intercambios comerciales se produzca con agilidad y rapidez, de manera que el dinero solo se utilice como mero medio de intercambio, sin otra utilidad que la de adquirir bienes y servicios. Si el dinero se utiliza como mero medio de intercambio, entonces "fluirá" con rapidez y "liquidez", las personas realizarán sus compras y ventas de manera más o menos rápida, podrán devolver sus préstamos de forma más o menos rápida, y por tanto sus préstamos generarán un interés casi nulo o nulo.
#14 Dices que en el segundo caso el Estado no recibe bienes ni servicios. No lo tengo muy claro, ya que precisamente el Estado recibiría la solución al problema que se plantea. Que es lo que le haría grande al Estado, le daría legitimidad y razón de ser. No veo por qué, además, debiera de conseguir intereses. Lo que has descrito ha sido la función de un banco o un a entidad de crédito, que es algo diferente.
El problema de pagar los intereses (además de pagar los impuestos por la actividad económica que tenga esa persona y por los beneficios y teniendo en cuenta la previsible inflación) es que el trabajador tiene que trabajar bastante de más. Antes has dicho muy directamente (entiendo que utilizando el concepto de plusvalía): "Amancio Ortega les ha robado sus ahorros".
Tu texto es interesante, te propongo una variante: una forma alternativa de devolver lo prestado y los beneficios adquiridos sería directamente a la muerte, en vez de quedar para herederos (que es algo bastante arbitrario, ya que depende de que la persona tenga hijo o hijos, que sean de tal o cual manera, etc...), que volviera íntegramente al cauce de prestarlo a otras personas. A los herederos se les podría dejar lo conseguido por otros cauces.
No sólo Amancio Ortiga limita los ahorros de los trabajadores. El estado imprimiendo dinero también se va comiendo el valor de los ahorros de los trabajadores.
El Estado ahora no tiene ni un duro, así que para estos préstamos que mencionas habría que imprimir dinero nuevo. Por lo que los que consigan los préstamos tendrían una ventaja temporal sobre el resto, que verían su riqueza erosionada por la inflación. Desincentivando el ahorro.
Asignar micro préstamos parece más eficiente que regalar dinero pero recordar que con estas medidas estamos erosionando la riqueza de las masas para ayudar a unos pocos.
Veo un pequeño problema en el razonamiento.
En base a que criterios prestamos el dinero?
Si lo hacemos siguiendo criterios de rentabilidad es decir, este señor quiere poner este negocio, me parece rentable y es muy probable que pueda devolver el dinero al estado.
Bueno, pues hace lo mismo que un banco, eso tiene sentido cuando hay escasez de dinero para prestar por parte del sector privado. Eso suele ocurrir cuando hay una moneda deflaccionaria y fija y el inversor tiene que elegir muy bien en que invierte entre múltiples negocios. En otras palabras que abundan negocios rentables y falta capital.
La situación actual no es esa para nada, el capital da tumbos en busc de inversiones ya no rentables si no seguras. Hay exceso de capital y falta de negocios prometedores.
En ese caso el prestar dinero no es la solución a nada.
Y luego está el hecho de que el estado suele prestar basándose en criterios políticos por lo que en nada se llena de deudas que hay que pagar a escote.
#1 "En base a que criterios prestamos el dinero? Si lo hacemos siguiendo criterios de rentabilidad es decir, este señor quiere poner este negocio, me parece rentable y es muy probable que pueda devolver el dinero al estado.
Bueno, pues hace lo mismo que un banco"
Vete a un banco privado, demuéstrales con pruebas que tienes una sólida formación profesional, demuéstrales con pruebas que tienes un sólido plan de negocio que te permitiría devolver el préstamo, pero diles que ahora mismo no tienes ningún patrimonio personal con que garantizar la devolución del préstamo, y les pides que te concedan un préstamo para emprender tu sólido plan de negocio, a ver qué te responden.
Por contra, vete a un banco privado, y les dices que tienes formación profesional cero, plan de negocios cero, pero tienes un patrimonio personal de 500.000 millones de euros, que si te pueden hacer un préstamo para crear tu mierda de empresa. No tardan ni una millonésima de segundo en concederte el préstamo.
La banca privada solo te presta dinero si ya tienes dinero y patrimonio, y por tanto no necesitas financiación. Es decir, la banca privada no financia la creación de nuevas empresas, en el sentido de prestar dinero que se devolverá gracias al funcionamiento de los negocios creados (sin tenerse en cuenta cuánto de ricos sean quienes reciban los préstamos); la banca privada precisamente financia lo contrario a la creación de empresas: al prestar dinero solo a los ricos, está financiando la monopolización del capital, y por tanto la destrucción de la competencia, de la concurrencia, y del libre mercado.
Preguntas en base a qué criterios concedemos los préstamos. La respuesta es que el único criterio es el libre mercado.
Me explico: cuando al Estado una persona le pide un préstamo, el Estado concede ese préstamo basándose únicamente en el criterio de exigir a cambio a esa persona la obligación de devolver el préstamo. Al Estado no le importa cómo se las arregle esa persona para devolver el préstamo; al Estado solo le debe importar que tenga la seguridad de que esa persona le devolverá el préstamo. Y esta seguridad el Estado puede tenerla, porque el Estado tiene el monopolio de la fuerza y del poder ejecutivo y de la policía, y si la persona por el motivo que sea no devuelve el préstamo, el Estado puede obligarle por las malas y por la fuerza a devolverlo, llegando incluso al extremo de imponer castigos físicos a esa persona, por ejemplo encerrándola en la cárcel, etc, o severos castigos económicos (no conceder más financiación a esa persona durante un largo periodo, obligándola a vivir a un nivel de subsistencia, explotada en trabajos de mierda de forma cuasi-esclavista por cuenta ajena, etc).
Esta es, pues, la única garantía que necesita tener el Estado sobre los préstamos que realice: el poder que tiene el Estado de obligar por las malas y por la fuerza a la gente a devolver sus préstamos, castigándola duramente si es necesario incluso de formas físicas (cárcel, etc) y económicas.
El resto ya lo hace el libre mercado. Es decir, si cuando la gente recibe el préstamo del Estado sabe que va a tener que devolverlo sí o sí, pudiendo llegar a tener que afrontar duras consecuencias y duros castigos por parte del Estado si no cumple correctamente con la devolución del préstamo, ya se cuidará la gente muy bien de ser diligente, de informarse en el libre mercado y de no invertir el dinero de mala manera, en actividades que sean ruinosas (por ejemplo, abriendo un bar en una fachada donde ya hay otros cinco bares).
Por otra parte cuando la población aumenta, hay más personas demandando comprar y consumir bienes y servicios, y por tanto hay más demanda. Esta mayor demanda fuerza un alza generalizada de precios (pues la misma oferta tiene que satisfacer ahora a una demanda mayor, con lo cual la oferta se queda corta), lo cual crea una mayor rentabilidad generalizada en toda la economía (inflación). Por tanto las nuevas personas que forman el incremento de población encuentran que hay rentabilidades en el mercado que les permiten crear nuevas empresas, en los distintos sectores de actividad. Esta creación de nuevas empresas aumenta entonces la oferta, y este aumento de oferta precisamente sirve para cubrir y satisfacer el aumento inicial de demanda, volviendo a reducir los beneficios económicos extraordinarios, de desequilibrio, a cero, dejando los precios en sus niveles de equilibrio, en los que se produce y oferta lo que se necesita y demanda. En otras palabras: el nuevo segmento de aumento de la población que se suma a la población previamente existente, genera tanto su propia demanda como su propia oferta, y básicamente crea empresas para producir aquello que necesita consumir.
#2 Vale aquí ya tengo muchos más desacuerdos.
Es cierto que los bancos prefieren realizar préstamos sobre gente que tiene un patrimonio si bien ilíquido de valor para asegurarse el pago, si tuviese ese dinero en líquido sería de idiotas pedirlo a no se de tener intención de invertirlo en otra cosa.
Es decir dan millones a una compañía que vale millones para que modernize sus fabricas porque esa empresa tiene valor pero no liquidez.
Muy distinto de que se presente un mindundi y pida millones solo con un proyecto, es un riesgo notablemente diferente.
Y tu pretendes que ambas situaciones son comparables.
Por otro lado el estado en cuestión de préstamos no tiene otros mecanismo legales para asegurarse el pago que el de otros prestamistas, en un estado de derecho no puede obligar ni trabajos forzados, ni cárcel salvo en los supuesto especificados en la ley que son iguales para otras deudas.
El estado no tiene una varita mágica para cobrar sus deudas y debe seguir el proceso legal para cobrar.
La gente va a pedir dinero y forma parte del trabajo del que se lo presta ver si el proyecto es viable y asumir el menor riesgo posible. Cualquier otra idea desemboca en impagos y ruina.
Finalmente también estoy en desacuerdo con tu alegato final en el que mezclas de satinada mente los mecanismo de oferta, demanda, inflación y aumento de población.
1 Asumes un aumento de la población que si bien puede ser cierto a nivel global en países como España hay un descenso
2 Un aumento de población no tiene que ir ligado necesariamente a un aumento de la demanda, dependerá del producto en cuestión y del dinero que tenga esa población.
3 un aumento de la demanda sube los precios solo en ciertos casos, en muchos casos sólo estimula la producción sin que se vea más que un aumento de precio puntual.
4 una mayor demanda aunque puede aumentar los precios y al rentabilidad de algo puntualmente no genera inflación, la inflación es algo sostenido en el tiempo
5 el paralelismo aumenta la demanda, hay más inflación se crean nuevas empresas no es tan rígido, es más fácil que una empresa ya asentada aumente su producción que que entre una nueva,.