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http://www.santander.com/csgs/Satellite?c=DocumentoGS&canal=CAccionistas&cid=1237888858228&empr=SANCorporativo&leng=pt_PT&pagename=SANCorporativo/DocumentoGS/DocumentoGSPreview
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SHAREHOLDER BASE AND CAPITAL
The number of Banco Santander shareholders increased by
140,000 in 2010 to 3,202,324. At the end of the year, 3.0%
of the capital stock was in the hands of the board of directors,
37.8% with individual shareholders and rest with institutional
investors. Of the total capital stock, 85.5% is located in Europe,
14.1% in the Americas and 0.4% in the rest of the world
The interests held by Chase Nominees Limited (10.24%), State
Street Bank & Trust (9.52%), EC Nominees Limited (6.45%),
Bank of New York Mellon (5.05%), Guaranty Nominees Limited
(3.73%) and Societé Générale (3.28%), which were the only
ones in excess of 3%, were held by them for the account of
their clients. The Bank is not aware of any other shareholders
holding individual stakes of 3% or more of its capital stock.
http://www.uce.es/DEVERDAD/ARCHIVO_2005/23_05/DV23_05_16reportajecent.html
“La presencia del capital financiero norteamericano en los grandes monopolios españoles es abrumadora. De hecho son los principales accionistas de 6 de las “joyas de la corona” (SCH, BBVA, Endesa, Repsol-YPF, Telefónica y Altadis), mientras ocupan una posición preeminente en muchas más”
Las posiciones de control accionarial que mantienen unos pocos núcleos financieros sobre los principales monopolios del país empieza a darnos una idea aproximada acerca de dónde reside el verdadero poder en España. Botín, Francisco González, los March, Abelló, Koplowitz, Del Pino, Entrecanales, Fornesa, Brufau, Valls Taberner,... Una reducida y selecta oligarquía financiera que tiene en sus manos la capacidad de gestionar billones de euros cada año, que encuadra a un auténtico ejército de centenares de miles de trabajadores a su servicio, de cuyas decisiones en uno u otro sentido depende la vida económica del país,... Y sin embargo, la radiografía todavía no está completa. La Caixa, el BBVA o el SCH pueden presumir del poder y la influencia de que disponen en las grandes empresas del IBEX 35 –el selectivo índice de la bolsa española capaz de proporcionar a sus propietarios sólo en 2004 unas plusvalías y beneficios de 3 billones y medio de las antiguas pesetas–, pero su magnitud resulta empequeñecida si la comparamos con el poder de que disponen los fondos de inversión extranjeros. Y en particular Chase Nominees, la filial dedicada al negocio de los fondos de inversión en todo el planeta del banco norteamericano JP Morgan Chase, que aparece como accionista de gran relevancia en al menos 14 de las 35 empresas del Ibex.
A finales del pasado año, la constructora Sacyr –detrás de la cual encontramos al financiero Abelló, y por extensión a Botín– reclamó sentarse en el consejo de administración del BBVA por poseer el 3’5% de las acciones del banco, habiéndose convertido, según ellos, en su principal accionista. Nada más alejado de la realidad. Para conseguirlo tendría que superar el 6’9% de acciones que posee el norteamericano State Street Bank & Trust o el 5’74% de Chase Nominees.
Y esto es sólo un botón de muestra. La presencia del capital financiero norteamericano en los grandes monopolios españoles es abrumadora. De hecho son los principales accionistas de 6 de las “joyas de la corona” (SCH, BBVA, Endesa, Repsol-YPF, Telefónica y Altadis), mientras ocupan una posición preeminente en muchas más. Haciendo un simple cálculo, más de un 10% de las grandes compañías españolas les pertenece y los beneficios que su inversión de capital en ellas les representa superará sólo este año los 2.500 millones de euros, más de 400.000 millones de las antiguas pesetas.
Cuatro o cinco grandes fondos norteamericanos (Chase Nominees, Fidelity, Franklin Resources Inc, EC Nominees y State Street Bank & Trust) se reparten la mayoría de todo este control accionarial. Pero de ellos, sin duda el “rey” es el JP Morgan Chase, la megacorporación bancaria resultante de la fusión del banco fundado por John Pierpont Morgan y el de la familia Rockefeller. Su logo aparece repetidamente como primer o segundo accionista en Altadis, BBVA, Endesa, Telefónica, Iberdrola, Indra, Repsol YPF y SCH; ocupando el tercer puesto en el accionariado de Gas Natural, Inditex, Telecinco o ENAGAS. Y hablar del JP Morgan Chase es hablar no sólo de la familia Rockefeller, sino de gigantescos monopolios mundiales como General Electric, Exxon Mobil, la farmacéutica Merck o el grupo mediático de los Hearst (el ciudadano Kane de Orson Welles). Es, en definitiva, hablar de toda una fracción de la clase dominante norteamericana alineada en torno al poder financiero del JP Morgan Chase, enfrentado al otro gigante bancario norteamericano, el Citigroup, de donde ha salido el grueso de cuadros que copan la administración de Bush.
Mientras las burguesías monopolistas europeas tomaron el camino –especialmente tras el ingreso de España en el Mercado Común– de instalar sus multinacionales en nuestro suelo, hacerse con el control de buena parte de la estructura productiva del país y ocupar directamente el mercado, la táctica del capital monopolista norteamericano no por más oculta es menos eficaz. Ellos, simplemente, se dedican a controlar a los que mandan, a mantenerse silenciosamente presentes en lo que constituye los verdaderos núcleos de poder de la oligarquía financiera española.