Bueno, el mercado es el dios de nuestros tiempos.
Por él vivimos, él rige nuestras vidas, y nuestras limitadas mentes son incapaces de comprenderlo en su inabarcable grandeza.
Dios era siempre una gran excusa para manipularnos, pero ahora tenemos otra mejor.
Al fin una noticia que me levanta el ánimo!