Imagina que alguien te envía un correo electrónico de agradecimiento y el destinatario se indigna tanto que empieza a utilizar palabrotas. Eso sería inapropiado y totalmente grosero, ¿verdad? Sí... pero no siempre. Al contrario, puede resultar satisfactorio hasta cierto punto, especialmente cuando se trata de una chapuza de la IA. El legendario informático Rob Pike se enfureció por un correo electrónico que recibió en el que se le agradecía sus contribuciones.